El Embutidos Lalinense consiguió ayer un valioso triunfo en su visita a la pista del colista de la categoría, el Pontevedra. Los rojinegros fueron superiores al conjunto de la capital del Lérez pero se vieron abocados a un igualado final en el que los locales apostaron por un juego bronco y al borde de la legalidad. Los de Budi y Aguiar supieron aguantar la provocación y terminaron llevándose los puntos en juego.

Ambos equipos firmaron una primera parte igualada en el marcador y con constantes alternativas. Pese a esta igualdad, los rojinegros dejaron mejores sensaciones durante el primer asalto. Esas sensaciones quedaron reflejadas en el electrónico en el inicio de la segunda parte, una fase en la que gozaron de ventajas que siempre rondaron los cinco tantos. Con Mouriño realizando una soberbia actuación bajo los palos (encajó doce y detuvo trece) y con la defensa a un gran nivel, todo parecía encarrilado a favor del Embutidos Lalinense.

Los pontevedreses lograron sin embargo volver a meterse en el partido en el tramo final y lo hicieron con juego muy agresivo y con constantes provocaciones desde dentro y fuera de la pista a árbitros y jugadores rivales. Los locales llegaron a ponerse a un tanto a falta de diez minutos. En un acalorado final en el que el Pontevedra recibió dos expulsiones, los veteranos del equipo rojinegro pusieron cabeza.