"Es una fiesta bonita del fútbol y lo normal es que haya mucha gente en las gradas". Así definía ayer Miguel Cedeira, presidente del Erizana, lo que mañana se va a vivir en Pasarón a partir de las 19.30 horas. Antonio González, miembro de la junta gestora del Lalín, también se mostraba ayer confiado en poder completar las plazas del autobús que partirá desde las inmediaciones del Concello con destino a la capital para trasladar a los seguidores rojinegros. En cualquier caso, lo único seguro es que ni los hombres de Román Blanco ni los de Rafa Vázquez van a estar solos en la última cita oficial de la temporada para ambos.

El poder de convocatoria del conjunto del Val Miñor está superando todas las expectativas. Si el pasado lunes eran tres los autocares completos confirmados para animar al Erizana, Miguel Cedeira confirma la cifra de media docena de buses prácticamente llenos de seguidores de su club los que saldrán desde el Parador de Baiona hacia la final provincial. "La verdad es que el pueblo está respondiendo muy bien y espero que sean más de 500 los aficionados que nos acompañen entre seguidores y miembros de la corporación y, por supuesto, los que tienen pensado desplazarse por sus medios", explica el mandatario baionés en plena campaña de animación llevada a cabo por la entidad tanto en el casco urbano de la villa como en el rural.

Por su parte, en el Lalín esperan que el tirón de última hora pueda completar su bus, aunque en el club aseguraron que entre 35 y 40 personas de la Escola de Fútbol Lalín ya habían comprometido su presencia en el encuentro de mañana. El club del Cortizo inició en la tarde de ayer una campaña de promoción a base de megafonía móvil y lleva días acercándose a colegios y establecimientos hoteleros en busca de más aficionados dispuestos a viajar a Pontevedra para arropar el equipo de Román Blanco. El plazo para anotarse finaliza hoy, a las 14.00 horas, en la recepción del Concello y todo indica que el aforo del autocar se completará antes de la partida del mismo hacia Pontevedra.

En otro orden de cosas, el Lalín regresó ayer al trabajo después de haber descansado el jueves. Los rojinegros siguen pendientes de la evolución de hombres como Matelo e Iván Fernández para saber si se puede contar con ellos en la final de la Copa Deputación. De momento, en el club prefieren ser cautos y esperar hasta última hora para tomar una decisión definitiva sobre ambos antes de incluirlos en una extensa convocatoria donde estarán media docena de jugadores juveniles lalinistas.