Ajeno a una amenaza de descenso cada vez más real, el Villalonga prefiere marcarse objetivos más próximos que el de asomarse a una superficie clasificatoria cada vez más lejana.

Luis Oliveira prefiere ir paso a paso resaltando que lo primero es "ganar un partido y sacarnos la losa que tenemos encima a nivel anímico. Si luego somos capaces de quedar de 16 en vez de 17 ya se verá, pero nuestra obligación es pelear hasta el final". Y es que ya son 21 las jornadas que llevan los celestes sin ganar.