En el Villalonga se produce una ambivalencia de sensaciones más que considerable. La parte negativa es la situación de un equipo que, tras perder en Ourense, ha caído por primera vez a la última plaza.

En el aspecto positivo está el optimismo que el nuevo entrenador, Luis Oliveira, ve en el trabajo de sus jugadores. A ello se le suma que el próximo domingo en San Pedro reciben al Negreira con la intención de no completar una vuelta entera sin ganar un encuentro. Y es que la última victoria data del partido de ida en tierras nicrarienses.