No pudo el Calmear Rasoeiro sorprender al Teucro en su cancha en su estreno en 1ª Nacional. Los de Quito Parada notaron la falta de acoplamiento por una pretemporada que trabajaron en cuadro y acusaron en exceso el lastre de la portería con tres metas como Noya, Henrique y Adrián, que acudían con problemas físicos y faltos de rodaje. Aun así los grovenses protagonizaron una primera parte digna y mantuvieron el pulso a su rival. El Teucro arrancó con un Carlos Gehrhardt en estado de gracia que obligó a Quito Parada a reordenar su 6-0 defensivo y apostar por una mixta para tratar de frenar al lateral meañés que milita en el Teucro. Merced a ello el Rasu se rehizo y se colocó a uno en el minuto 20 (12-11). Pero los pontevedreses, muy rocosos en su 6-0 defensivo, aguantaron para irse tres arriba al descanso (17-14).

Aunque Quito Parada había advertido a los suyos en el vestuario de la clave de los primeros cinco minutos, en que se preveía que los teucristas iban a salir muy fuertes, el Rasu si vio superado en ese arranque. En él un parcial de 4-0 por parte de los locales, tirando de velocidad y contragolpes, llevó el marcador a un 21-14, una brecha que ya condicionaría el resto del choque. En adelante el Teucro mantuvo ya siempre su renta de 7 y 8 goles ante un Rasu que ni física ni mentalmente estaba en condiciones de reaccionar. Y eso que los grovenses se fajaron para ello, en especial Pistacho que fue desde el pivote el que más daño causó a los teucristas, si bien su aportación no la secundaron los extremos, muy desafortunados en sus lanzamientos, algunos de ellos francos.

Quito Parada valoraba el estreno: "Pagamos el haber estado entrenando en cuadro durante la pretemporada, sin apenas porteros y en más de una ocasión recurriendo incluso al guardameta cadete, y eso nos acabó afectando".