La organización de la Volta a Portugal ha apostado en esta edición por etapas muy exigentes. Si bien se han eliminado casi todos los finales en alto, a excepción del de la cuarta etapa con la llegada a la cima de Nossa Senhora de Graça, un puerto de primera categoría tras 192 kilómetros.

Sin embargo la etapa llamada a ser determinante para la clasificación final es la que discurrirá entre Belmonte y Guarda el miércoles 3 de agosto. Será el día en que se suba dos veces a Torre, puerto de categoría especial que se subirá dos veces entre los kilómetros 44 y 104 de los 173 de subes y bajas que componen la altimetría del día.