Sucede en casi todas las selecciones antes de un campeonato importante. La identidad de los convocados provoca controversia durante las semanas previas. España prepara estos días en Las Rozas los dos últimos amistosos que disputará antes del Mundial de Rusia, el próximo día 23 contra Alemania en Düsseldorf y el 27 contra Argentina en el Wanda Metropolitano. Lopetegui no ha empleado esta lista para realizar demasiadas probaturas. La nómina actual parece significativa. Pero el seleccionador tiene margen de maniobra suficiente antes de tomar una decisión definitiva en junio. Podrá madurar ideas y estudiar estados de forma. Son varias las demarcaciones donde parece haber puestos todavía por designar. Pero es la delantera la que centra la atención y sobre todo un jugador, ausente en Las Rozas pero presente en todos los corrillos mediáticos y en la imagen promocional de la segunda equipación de España, presentada ayer: Álvaro Morata.

Lopetegui ha dejado fuera a Morata, con el que contó de forma regular durante la fase de clasificación. El madrileño paga su escaso protagonismo en la temporada del Chelsea, con el que su rendimiento ha ido disminuyendo hasta perder la titularidad en los principales torneos. Además, la vuelta de Costa ofrece al técnico otro jugador con el perfil de ariete puro, que en la última convocatoria ha preferido complementar con un delantero más dinámico como es Rodrigo y otro totalmente polivalente, Iago Aspas.

Morata, sin embargo, conserva el caché de haber pertenecido a Real Madrid y Juventus. Su presencia en la foto promocional no asegura nada. Obedece más a cuestiones de marketing y firmas comerciales. Otros se quedaron fuera pese a intervenir en las campañas publicitarias. Pero habrá ruido por Morata hasta el último instante. Cuenta con numerosos adeptos entre los creadores de opinión de los grandes medios. Y eso obliga a otros, singularmente a Iago Aspas, a exprimirse en la pelea por el billete a Rusia hasta el último instante.