El Rápido de Bouzas ofreció ayer su mejor imagen ante uno de los gallitos de la competición, el Rayo Majadahonda. Un partido en el que hay que agradecer a los madrileños que quisieran jugar al fútbol y no encerrarse en su área.

Borja Jiménez sorprendió de con el "once" inicial. El técnico apostó por jugar con tres centrales, Colo, Trigueros y Junior, con dos laterales, Adrián y Cotilla, que jugaban muy adelantados. Los aurinegros presionaban muy arriba, pero a los dos minutos de juego De Frutos le ganó la espalda a los centrales y se plantó solo ante Brais, que desbarató la jugada con el pie.

Y lo que es el fútbol, porque en la siguiente jugada Carlitos, uno de los mejores del partido, se interna por la banda derecha, mete el balón al punto de penalti y Anderson no llega, pero sí lo hace Yago Pérez que conecta un potente disparo ante el que nada puede hacer Basilio.

Al Rayo Majadahonda le costaba llegar a la frontal del área. El Rápido de Bouzas derrocha solidaridad entre sus jugadores, y todos se cubren para no dejar huecos a un rival que solo creaba peligro a la contra. De hecho, a la media hora de juego, de nuevo De Frutos dispuso de otro mano a mano con Brais, interviniendo otra vez más con acierto el guardameta vigués.

Tras el paso por los vestuarios, el Rayo Majadahonda dio un paso al frente. Fueron ellos los que trataron de presionar la salida de balón del Rápido de Bouzas, pero sin lograr llegar con claridad al área de Brais.

El partido se igualó tras unos minutos de intranquilidad para los boucenses. El Rayo seguía apostando por tocar y tocar el balón ante un Rápido que presionaba en el centro del campo, logrando recuperar numerosos balones. Jiménez no tardó en mover el banquillo, metiendo a Isma en el centro en lugar de Junior, que había hecho un gran trabajo en la zaga. El Rápido volvía a jugar con un sistema reconocible, y lo mejor es que el equipo ofrecía una sensación de seguridad que invitaba al optimismo con la victoria final.

Mediado el último periodo de juego, el Rayo Majadahonda volvió a dar un paso al frente para buscar la igualada. La presión se volvió insistente y el balón se paseó por el área aurinegra sin que ningún jugador del conjunto madrileño fuera capaz de meter el pie para marcar el empate.

Fue una situación en la que el juego de los madrileños invitaba al Rápido de Bouzas a jugar a la contra y coger desprevenidos a los madrileños. El partido se había convertido en un ir y venir de dos equipos que apostaban más por un juego ofensivo que defensivo.

El desgaste de los jugadores del Rápido fue máximo, por lo que a veinte minutos para la conclusión Borja Jiménez refrescó la zona de ataque con la entrada de Diego Diz, que sustituyó a un Carlitos que fue de lo mejor del encuentro de ayer ante los madrileños.

A medida que se acercaba el final del encuentro, la balanza se fue desnivelando, con un Rayo que volvía a marcharse en ataque, mientras que los auriengros defendían su área tratando de sorprender a la contra.

Al final, victoria del conjunto vigués que ya tiene veintitrés puntos a cinco jornadas para concluir la primera vuelta del campeonato.