Las Finales ATP se disputan en Londres por octavo año consecutivo y en esta edición la competición que cierra el curso parece más que nunca un duelo entre dos veteranos, el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, dos jugadores de 31 y 36 años respectivamente, que entre ambos han sumado esta temporada 13 títulos y se han repartido los cuatro Grand Slam.

El supuesto mano a mano entre Nadal y Federer en el O2 Arena de Londres comienza con la incertidumbre alrededor de la rodilla derecha del actual número uno del mundo, una lesión crónica que le molestó en Shangai y que le obligó, por precaución, a renunciar a los cuartos de final del torneo de París-Bercy ante el serbio Filip Krajinovic.

Pero también hay tranquilidad en el bando del español, porque suceda lo que suceda, acabará la temporada como número uno del mundo por cuarta vez, y por ello recogerá ese trofeo este domingo. Además, los puntos que gane en Londres, donde no compite desde 2015 (semifinales contra Novak Djokovic) le servirán para ampliar su ventaja sobre Federer, segundo de la lista mundial.

La lesión por estrés es un lastre para Nadal. Una patología crónica que aparece cada vez, cuando hay mayor sobrecarga de partidos. Por eso, más precavido que nunca, el de Manacor confía en "manejar bien el problema y poder competir al máximo", aunque no sabe como se sentirá después de debutar contra el belga David Goffin este lunes.

El torneo parece hecho a la medida de Federer, campeón del mismo en seis ocasiones, cuatro de ellas bajo techo, en 14 apariciones, y que de los 95 títulos que ha ganado en toda su carrera se ha hecho con el triunfo en 23 en pista cubierta, donde ha disputado en total 36 finales. Hoy se estrena ante Sockh.