La selección española perdió en semifinales ante la de Eslovenia, por 72-92, y luchará el próximo domingo por la medalla de bronce, tras un partido en el que los fallos en los triples (7 de 27) lastraron al equipo, que acabó desquiciado. Los balcánicos, al contrario que los españoles, estuvieron especialmente acertados en el lanzamiento desde los 6,75 metros, y anotaron 14 de 25.

El lanzamiento de tres puntos fue la clave del primer tiempo. La selección vivió y sufrió desde los 6,75 metros, con 0 de 7 en los primeros diez minutos, y 3 de 12 hasta el descanso. Eslovenia, mientras tanto, clavó 6 de 8 en el primer cuarto, y 10 de quince hasta encarar el vestuario.

La selección volvió a tener un comienzo tibio y los errores desde la larga distancia descolocaron al equipo más que el juego esloveno. En defensa se sujetó bien a Goran Dragic, aunque a falta de 5 segundos clavó una 'mandarina' al más puro estilo Sergio Llull, hasta en eso se le echa de menos. Luka Doncic también estuvo sujeto, aunque se desató un poco en el segundo acto. El 19-25 de final del primer cuarto fue, no obstante, menos malo de lo que podía haber pasado.

En el segundo cuarto, España dio un paso adelante en defensa y Sergio Rodríguez anotó el primer triple. Todo empezó a funcionar un poco mejor, con rápidas transiciones fruto de una buena velocidad de balón en la salida, pero los triples siguieron martirizando a los españoles y se perdió ese empuje defensivo porque Prepelic estuvo muy acertado de cara al aro. Ahí surgió la defensa para aguantar al equipo y que al descanso los daños fueran menores, 45-49. Y, claro, Pau Gasol, el más acertado.

El tercer cuarto no pudo empezar peor para el equipo español, con cuatro triples fallados y un 0-6 en los primeros tres minutos y medio, 45-55, además de la tercera personal de Marc Gasol. Scariolo llamó a recapitulación a sus jugadores, pero los triples fallados siguieron cayendo del lado español, y los triples anotados del lado esloveno. El desconcierto fue mayúsculo y se falló puntualmente en defensa. Los distintos quintetos que puso en pista el seleccionador no acabaron de cuajar y el marcador alcanzó cotas más que peligrosas. Y con malas sensaciones. A estas alturas el índice de acierto seguía bajando, con 4 de 19 triples, un 21 por ciento. El resultado al final del tercer cuarto prácticamente sentenció a la selección, 57-73, tras un 12-24 de parcial.

España salió en zona y lo primero que hizo Eslovenia fue clavar otro triple, 57-76. Cualquier otro equipo hubiera lanzado la toalla, pero en una arranque de genio el equipo consiguió un 5-0 en un minuto (62-76, min.31.30) y trato de convencerse de lo casi imposible. Pero Eslovenia no levantó el pie del acelerador.