Fútbol y trabajo. Sueño y realidad. La plantilla del Rápido afronta el asalto definitivo al ascenso sin descuidar sus deberes diarios. La mitad de los componentes del primer equipo boucense compatibilizan ese esfuerzo con oficios profesionales. "Tienen un mérito increíble", elogia el director deportivo de la entidad, Álex Martínez. "Les exigimos como profesionales, pero es difícil que se comporten como tales. Vienen en muchos casos de doce horas de trabajo, se entrenan de noche y al día siguiente se tienen que volver a levantar temprano. Y no es un día, son todos los días durante todo el año. Su esfuerzo es muy de valorar". Amplía los agradecimientos: "Ahora en play off muchos de ellos tienen que pedir permisos en sus trabajos para disputar los partidos fuera de casa. Cuesta. Agradecemos la labor de las empresas con los chavales porque nos están facilitando las cosas".

La crisis económica ha afectado de forma profunda a toda la estructura del fútbol español que queda por debajo de Primera División. Lejos quedan los tiempos en los que incluso en Tercera cuajaban proyectos de notable inversion. "Es una competición totalmente amateur", etiqueta Martínez. "Y antes en Segunda B sí que se podía vivir del fútbol. Había buenos sueldos. Ahora tampoco, salvo en tres o cuatro clubes".

En el Rápido son once los jugadores con contrato laboral en empresas: Raúl Espinosa (Precisgal Componentes), Carlos Pereira (Unísono), Yago Pérez (Mecanizados Atlántida), Vieytes (Colegio O Castro), Sergio Cotilla (Mecanizados Autobal), Portas (Glasdrive), Óscar Pardavila (El Corte Inglés) y Jesús Varela (Store Steam), más Tomás. Adrián Arias es entrenador personal y Pablo Carnero trabaja en una panadería. Los demás estudian o están en el paro. Solo difiere de este perfil el marroquí Youssef Al Watani, que llegó a Vigo en 2015 para jugar en el Celta B como premio por haber ganado "The Victorius", 'reality' futbolístico de la televisión de Dubai en el que ejercía de anfitrión Míchel Salgado.

Resulta complejo cuadrar tareas y horarios. El Rápido comienza a ejercitarse a las 21.30 horas en el Pujales. Los hay que llegan apurados desde el trabajo, como Pardavila, que sale justo a esa hora de El Corte Inglés, en cuya sección de zapatería es dependiente. "Llego un poquito tarde al entrenamiento", confiesa el vigués, que estudió un ciclo superior de marketing y jugó con el Coruxo en Segunda División B.

A otros les urge irse del Pujales porque madrugan a la mañana siguiente. Es el caso de Sergio Cotilla, que ejerce de capitán en ausencia del lesionado Portas. 'Coti' estudió programación de la producción por fabricación mecánica y es delineante proyectista; en esencia, diseña las máquinas que confeccionarán las piezas de los automóviles. Su puesto está en Tui. Entra a las seis o seis y media de la mañana. "Los kilómetros se hacen con gusto. Estoy cómodo en la empresa y los jefes me valoran, ya son como amigos", declara.

A su turno tempranero pertenece también Pablo Carnero, repartidor en una panadería. Recorre más de 50 kilómetros diarios. "Llego derrotado al entreno, pero me sirve para hacer una desconexión. El fútbol me sirve para olvidarme del trabajo. Es gratificante", comentaba en noviembre.

Sergio Cotilla, jugador del Rápido de Bouzas: "Para pedir días, mi empresa me da todas las facilidades"

Sergio Cotilla, jugador del Rápido de Bouzas: "Para pedir días, mi empresa me da todas las facilidades"

Pablo Carnero trabaja como repartidor de pan // JOSÉ LORES

A Pablo Carnero el play off le coge de vacaciones, lo que le facilita los viajes. Otros deben componer un intrincado puzle. Durante la temporada regular ha resultado más sencillo: 37 de los 38 partidos en domingo y desplazamientos de ida y vuelta en el día por Galicia. La Copa Diputación, a mitad de semana, complicaba el cronograma -Pardavila se recuerda cenando una empanadilla en el coche para llegar a un partido-. La primera eliminatoria por el ascenso alargó el viaje en autobús hasta la localidad cántabra de Santa María de Cayón. La segunda eliminatoria provocó una auténtica conmoción, con la canaria Santa Brígida como destino. "Cuando nos preguntaban qué equipo queríamos, siempre decíamos que uno cercano. Cuando salió Canarias nos tirábamos de los pelos, nos volvimos locos", recuerda Pardavila.

Al menos el choque se disputó el domingo. Pero hubo jugadores que tuvieron que buscar combinaciones alternativas a las del equipo para poder atender sus obligaciones laborales. Carlos, Jesús y el propio Pardavila necesitaban regresar antes para presentarse en sus puestos el lunes. "Menudo tute. Fue un poco duro. Prefiero olvidar ese día. Los pies me dolían una locura", recuerda el dependiente, que agradece las facilidades que jefes y compañeros de El Corte Inglés le dan a la hora de cambiar turnos: "Saben entenderlo". Cotilla se beneficia de un "horario flexible" y de la querencia que en Mecanizados Autobal han ido adquiriendo por el Rápido. "Todos los lunes llegas y te preguntan por el resultado. Con el paso de los años se han ido haciendo poco a poco aficionados del Rápido".

La tercera ronda tampoco les va a resultar sencilla, con la gerundense Peralada como estación término. Para su tranquilidad, el club ha empezado a organizar un viaje en avión. Toca un último esfuerzo, con el ascenso como posible premio. "Hemos sido un boom, se ufana Pardavila, que confía en que las gradas del Pujales estarán llenas este domingo a las 18.30 en el partido de ida contra la escuadra catalana. "Vendrá el doble de gente o al menos deberían intentarlo. Sabemos que estamos en el ojo de Vigo. Vamos a intentarlo por la ilusión que tenemos todos".

Jesús Varela el jugador del Rápido de Bouzas que concilia fútbol y paternidad

Jesús Varela el jugador del Rápido de Bouzas que concilia fútbol y paternidad

Jesús Varela, fútbol, trabajo y también "papá"

El futbolista del Rápido de Bouzas ha jugado en Segunda División B con Celta B, Coruxo, Montañeros, Racing de Ferrol, Conquense y Compostela. "Me daba para dedicarme al fútbol al cien por cien", informa. "Pero la vida cambia". Varela regresó a Vigo "buscando estabilidad" y en Tercera "hay que compaginar el deporte con el trabajo para llegar más tranquilos a fin de mes". Tras probar en varias empresas, ahora trabaja en Store Steam, una tienda de cigarrilos electrónicos (lo que se conoce como vapeo). "Estoy muy contento. Es una pequeña familia".

Y sobre ese concepto, el de familia, gira su existencia en los últimos tiempos. El pasado martes nació su primogénito, Mateo. "Estamos ilusionadísimos", dice sobre él y su pareja, Sandra. "Tenemos muchas ganas de que nos cambie la vida a mejor".

La llegada de Mateo enrevesa aún más sus horarios, con el play off en su apogeo, aunque advierte: "Sarna con gusto no pica. Son cosas que te salen de dentro, aunque cuesten un poco. Estoy encantado de que se junte todo y poder compaginarlo. En el trabajo me dan facilidades".

Hasta su hijo ha colaborado. Nació el martes, dos días después del segundo partido contra el Santa Brígida. "Hubiera asistido al parto, claro. Pero Mateo aguantó un poquito". Ya había viajado a Canarias una semana antes tras consultarlo con Sandra. "Por sus sensaciones, estaba tranquila. Y aún no le había bajado el tapón (mucoso); ahora sé muchas cosas de embarazos". En la tienda su compañera aceptó quedarse sola el sábado por la tarde. Jesús viajó solo y llegó a Las Palmas de madrugada. También regresó en un viaje diferente, que el club le buscó. "Todos me han dado facilidades".

Él conoce bien la mayor exigencia de Segunda B, pero es algo que no le inquieta ahora mismo. "Tenemos la ilusión enorme de conseguir algo histórico. Si subimos, ya valoraremos cómo seguir". Cree que Mateo le ayudará: "Dicen que los niños vienen con un pan debajo del brazo; el pan será el ascenso".

Cuerpo técnico y plantilla del Rapido de Bouzas en el Baltasar Pujales // MARTA CLAVERO

El sueño, el domingo a las 18:30 horas

El Peralada es uno de los adversarios más temibles que podía deparar el sorteo, con su mezcla de veteranos talentosos como David Corominas y los jóvenes valores del Girona. "Conocemos a algunos de la época en que Patxi y yo estuvimos en el Sant Andreu", informa Álex Martínez. "Son jugadores cotizados en aquella época dentro del grupo III de Segunda B, que es un grupo que suele pagar mejor que otros. Este es el primer año que está vinculado al Girona. Por eso tiene también un perfil de futbolista por encima de una edad normal para un filial".

A Cotilla no la arredra ni el potencial del Peralada ni que haya jugadores rivales que sí puedan dedicarse en plenitud al fútbol. "Tienes que pensar siempre que el rival es accesible, aunque toque el Real Madrid. Debes ir con la positividad de ir a ganar. El grupo catalán tiene mucho ritmo. Solo conocemos las estadísticas del Peralada, pero tiene que ser un rival duro. En la última fase. Ellos pensarán lo mismo de nosotros y si no...".

Lo paradójico es que el ascenso dificultaría aún más la compaginación de fútbol y trabajo. "Por nivel, sí que muchos jugadores de la plantilla nos podrían servir", analiza el director deportivo. "Habría que ver las condiciones en las que están y adaptarlas a Segunda B. Seguramente habría que ajustar los periodos de entrenamiento, un poquito antes. Muchas veces compartimos campo con el juvenil o el cadete". Coti ya anticipa que podría cuadrar su agenda: "Subir a Segunda B sería un sueño". Pardavila reconoce: "Nadie va a dejar su trabajo para entrenar de tarde o de mañana. Del fútbol no se vive. Hay que tener otra cosa para tirar adelante. Habría que hablarlo con los jugadores que se vayan a quedar". Pero nadie regateará esfuerzos, ni siquiera los mayores. Alex argumenta "¿A quién no le gustaría poder tener en su currículo un ascenso de Tercera a Segunda B? Están ante la posibilidad de ascender y lo ven como un premio. Gente como Portas o Tomás, que llevan un porrón de años, con un comportamiento excepcional en Tercera, están en la última fase de su carrera. Les pueden quedar dos o tres años de fútbol. Poder culminarlo con un ascenso en un club donde llevan tanto tiempo sería increíble".