El Pontevedra trunca su racha triunfal tras un partido que se puso muy cuesta arriba desde el minuto 15, cuando Miguel veía la tarejta roja en un penalti que, por suerte, detuvo Edu. Pero el Osasuna B se adelantaba apenas un par de minutos después y ampliaban sus rentas con otra diana psicológica, golazo de Barja, en el arranque de la segunda parte. De ahí al final, lección de épica de los lerezanos, acortando distancias y encerrando a los rojillos en su área pese a la inferioridad númerica durante 75 minutos. No pudo ser, y los granates pierden una gran oportunidad de asentar esa cuarta posición.