Markus Erikson rescató con sus triples a un Barcelona herido que reaccionó en la segunda mitad para aferrarse a la Copa del Rey como su tabla de salvación, a lo que contribuyó un desconocido Unicaja que desaprovechó una oportunidad de oro para romper su maleficio copero frente a los catalanes (82-70).

Los de Georgios Bartzokas, asolados por las lesiones en una temporada aciaga, fueron de menos a más para, con el mínimo esfuerzo, plantarse en unas semifinales en las que deberán mejorar mucho sus prestaciones si quieren eliminar al Valencia Basket.

Y eso que el partido no empezó bien (4-10, min 6). Dejan Musli se imponía a Tomic y Diagné mientras Jeff Brooks lideraba la producción ofensiva malagueña. La maquinaria azulgrana se fue engrasando algo con el paso de los minutos, aunque el control del marcador era de los de Joan Plaza al final del primer acto (17-22).

En vez de aprovecharse de los errores contrarios, el Unicaja se contagió del mal juego rival y logró desesperar a su entrenador tras dos fallos consecutivos en sendos contraataques que les impidieron irse con una mayor ventaja a los vestuarios (28-33 en el descanso).

Un 5-0 de salida empató tras muchos minutos el choque, y tres triples consecutivos de Eriksson, Koponen y Rice le devolvieron a los azulgranas el mando en el marcador del que solo disfrutaron durante 17 segundos en la primera mitad (39-36, min. 24).

Nedovic se rebeló, aunque no pudo evitar que comenzase un periodo de mayor igualdad que se rompió cuando el Barcelona empezó a sumar de tres en tres, sobre todo gracias a un infalible Marcus Erikson que abrió una grieta que Unicaja no pudo cerrar.