El colíder Arenteiro se enfrentaba ayer en el campo del Espiñedo al tercer clasificado, el Valladares, en un partido de pelea y muy trabado por parte de los dos equipos, y en el que el colegiado mostró nada menos que 23 tarjetas. El terreno de juego no estaba en las mejores condiciones. El conjunto vigués se puso por delante en el único disparo a puerta desde más de 35 metros del defensa Baro y el balón se fue al fondo de la red.

En la segunda parte, el Valladres se puso atrás a defender y el peso del partido fue para los ourensanos, que lo intentaron por las bandas, pero nunca encontraron rematador y el defensa Pena metió gol en su propia portería. Al final los locales se fueron en busca del empate.