El Eibar se aprovechó de los errores defensivos del Sporting para llevarse los tres puntos de El Molinón (2-3) y evidenciar que el equipo gijonés tiene que dar un giro de 180 grados si quiere tener alguna opción de evitar el descenso.

El Sporting sacó de centro y trenzó una jugada en la que se plantó ante Riesgo que le ganó la partida a Carlos Castro, pero en la siguiente jugada el árbitro señaló un inexistente penalti en una caída de Adrián en el área que el propio jugador se encargó de transformar.

Cinco minutos después Riesgo devuelve el regalo al entregar el balón a Carmona en un error en el despeje que permitió al rojiblanco marcar desde fuera del área.

Pero el Eibar estaba jugando mucho mejor que el Sporting y no tardó en dejar en evidencia a la zaga local con dos goles en dos minutos en dos jugadas calcadas y que desataron las protestas de los aficionados. El tanto de Lillo tras el descanso no bastó para la remontar.