El Choco, como ya ocurriera hace quince días ante el Barbadás, volvió a tener que conformarse con un empate sin goles ante el Ribadumia y suma su cuarta jornada consecutiva sin ganar, en un encuentro en el que otra vez hizo méritos más que suficientes no sólo para ganar sino incluso para hacerlo de forma holgada. Los pupilos de Marcos Montes dispusieron de innumerables acercamientos al área rival, transformando incluso una decena de ellos en claras oportunidades ante la meta defendida por Manu Taboas. De hecho, los redondelanos incluso dispusieron de un penalti a su favor en la segunda mitad pero el portero visitante adivinó la intención de Félix y con otra gran intervención salvó a su equipo.

El partido tardó apenas dieciséis segundos en desvelar el camino por el que iba a discurrir. El tiempo que tardó el Choco en disponer de su primera clara oportunidad. Comis recibió un balón al borde del área para sacar un buen lanzamiento con su pierna izquierda al que respondió de manera espléndida el meta del Ribadumia para desviar a córner.

Pudo lograrlo de nuevo diez minutos después el propio Félix pero su intento de vaselina sobre la salida de Manu Taboas se encontró con la punta de los dedos del portero del Ribadumia para evitarlo.

La primera parte dejó todavía otra buena oportunidad para un Choco que, además, no pasaba ningún apuro en defensa. Esta vez fue Marquitos a la media hora de juego el que puso un buen centro desde la derecha para que Oki, desde el punto de penalti, cabecease ligeramente alto.

La segunda mitad empezó tal y como había sido la primera, con el conjunto de Marcos Montes monopolizando el balón y jugándose prácticamente todo el encuentro en el campo del Ribadumia.

El primer aviso de la reanudación corrió nuevamente a cargo de Comis, quien finalizó un contragolpe con otro disparo desde el borde del área, en esta ocasión rozando el palo.

Pero, sin duda, la mejor ocasión del encuentro para el Choco llegó en el minuto 69 al ser derribado Marquitos dentro del área por Borja Sáez. El colegiado no dudó y señaló el penalti que se encargó de ejecutar Félix. Su lanzamiento a la derecha de Manu Taboas y ajustado al palo no sorprendió al meta del Ribadumia, quien le adivinó la intención y con una gran mano abajo consiguió despejar.

Los veinte minutos finales reafirmaron un poco más si cabe el dominio territorial de un conjunto local que, sin embargo, atacó en este tramo del partido con menos claridad de ideas y se mostró mucho más impreciso en el último pase, lo que derivó en muchos acercamientos al área visitante.