El pabellón de Navia vibró ayer tarde con un nuevo derbi entre el norte y el sur, pero esta vez de baloncesto femenino. Fue con motivo de la celebración del trigésimo aniversario de la Copa Galicia y del título logrado por el Círculo Mercantil. Aunque no se llenó, los aficionados que acudieron a Navia se lo pasaron en grande. En las gradas hubo de todo, desde nostálgicos de los años dorados del baloncesto femenino vigués hasta hijos e incluso nietos, que no había visto jugar a sus madres y abuelas.

El pabellón de Navia se revolucionó cuando en la pista apareció Fernando Romay. El exjugador, ahora trabajando para la Federación Española de Baloncesto, no quiso perderse el evento y al llegar a Navia lo primero que hizo fue saludar a Marisol Paíno, vieja conocida. Romay fue un colmo de atenciones con todo aquel que se le acercaba a pedirle una foto. Su sonrisa permanente no hizo más que confirmar lo buen tío que es.

A la fiesta se apuntó hasta la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, que con tan solo un entrenamiento también se vistió de corto para el evento. No faltaron ni el alcalde de Vigo ni su concejal de Deportes, que les entregaron a las capitanas dos obsequios con motivo de la celebración del encuentro.

Como suele decirse, los años no pasan en balde, y por eso los dos equipos tuvieron que hacer una profunda sesión de ejercicios de calentamiento para evitar sorpresas, y eso que en la puerta del pabellón había una ambulancia. Nadie diría que era un partido entre viejas amigas viendo las caras de la mayor parte de las jugadoras sobre el parquet.

Estaba claro que nadie quería perder el encuentro. La rivalidad que existía en los partidos oficiales que disputaban no ha desaparecido con el paso de los años y además de pasárselo bien y disfrutar, todas las jugadoras querían ganar el partido.

Tanto fue así, que una vez finalizado el encuentro, con la victoria del Sur por dos puntos 28-26, la celebración fue como si hubieran ganado un título, pues la competitividad sigue siendo máxima.

Una bonita jornada que sirvió para que muchas jugadoras que no se habían visto en los últimos años, volvieran a reunirse y durante unas semanas volvieran a tener las mismas sensaciones de cuando eran jugadoras. Ahora que este encuentro no quede en el olvido y se repita con relativa frecuencia para disfrute de todos los aficionados.

A la conclusión se disputó la final de la Copa Galicia. El Universitario de Ferrol se llevó el título al derrotar al Kemegal Cortegada por 55-67 en un partido que las ferrolanas encarrilaron tras el descanso. La excéltica Sara Gómez anotó 8 puntos para las arousanas y María Araújo, 4 para las ferrolanas.