Sara, otra de las integrantes del equipo de la Zona Sur, tiene una valoración muy concreta del regreso a la actividad deportiva: "El partido es un reto personal porque he superado un cáncer de mama y estoy enormemente agradecida a quien me llamó. Ha supuesto superar barreras que yo me había creado por la enfermedad y al acabar el primer entrenamiento se me caían las lágrimas porque estoy encantada de volver a jugar después de 25 años, hacer una carrera, sacar unas oposiciones y enfrentarme a una enfermedad que le puede suceder a una de cada ocho mujeres. Yo soy una, todo se cura, todo pasa y se supera. Aquí estoy superándolo", describe.

Unas palabras que despiertan los aplausos de todas sus compañeras y que animan a otras a relatar sus propias experiencias con la enfermedad, como Rita, quien recordó que "ahora hay otro bicho que es casi tan corriente como el cáncer que son los ictus y los derrames cerebrales. Yo sufrí un derrame cerebral hace cuatro años, aprendí a andar, aprendí a correr y aquí estoy, jugando al baloncesto". Fueron unas palabras que provocaron que el resto estallara con gritos de júbilo y vítores a su compañera.