Era su proyecto estrella, en el que más ilusiones había depositado, pues consideraba que el mayor legado que le podía dejar al Celta sería una ciudad deportiva para formar buenos futbolistas y que con ello el club disfrutase de estabilidad deportiva y económica. Pero el sueño de la ciudad deportiva de Mouriño se desvanece ante los problemas urbanísticos que padece Vigo y otros municipios vecinos. Ayer, el presidente céltico anunció que han parado el proyecto "hasta después de las elecciones. Teníamos ofertas de otros concellos pero carecen del plan especial necesario".

Habló Mouriño de que el proyecto de la ciudad deportiva le ha supuesto "un desgaste muy grande". La suspensión del Plan Urbanístico de Vigo mantiene paralizados los proyectos de infraestructura, como el que el Celta pretendía realizar para su cantera. Así, Mouriño recordó ayer que A Madroa es insuficiente para los más de 300 jóvenes que tienen que compartir dos campos de entrenamiento y que ambos se encuentran muy deteriorados. "Necesitan una reparación tremenda. Vamos a tener que realizar una gran inversión allí el próximo año".

Con respecto a las obras de la nueva sede de la calle del Príncipe, Mouriño adelantó que se inaugurán entre marzo y abril del próximo año. El proyecto sufrirá un retraso de un unos cuantos meses debido a la modificación del proyecto inicial para aprovechar el sótano del edificio. "Se han ganado 450 metros cuadrados de superficie comercial, lo que se una nueva fuente de ingresos interesante", dijo.

De esta forma, el club dejará la actual sede de la Plaza de España la próxima primavera para ubicarse en un emblemático edificio del centro de Vigo, en el que se se ubicarán las oficinas del club, con una residencia para canteranos, restaurante, una clínica y la tienda oficial, entre otras dependencias. Además, Mouriño señaló que este traslado supondrá también un mayor acercamiento hacia el socio del Celta, que una vez a la semana organizará una comparecencia pública de uno de sus responsables.