El próximo sábado día 17 se juega en el pabellón de Navia la final de la Copa Galicia femenina entre el Star Center Uni Ferrol, único equipo gallego de Liga 1, y el campeón de las eliminatorias que disputarán los equipos de Liga 2. El preámbulo de la final ofrecerá un partido para el recuerdo entre una selección de jugadoras veteranas de la antigua Federación Gallega Zona Sur y otra de la Federación Gallega Zona Norte, a partir de las 17.00 horas.

Paco Martínez y Suso Cobián, seleccionadores del combinado de la Zona Sur, reconocían que "las niñas están ilusionadísimas con este partido. No hubo que insistir nada. En cuanto se enteraron del partido todas dieron un paso adelante para darle las gracias a un deporte que ha hecho tanto por ellas".

Lideradas por Techi y Jimmy encontraron la desinteresada colaboración del Colegio San Miguel, que les ha cedido su pabellón para que puedan entrenar tres veces por semana. No tuvo que pasar mucho tiempo para que se quitaran el "óxido" de encima y rindieran en los entrenamientos de una forma inesperada.

Jimmy afirma que "ya era hora de que hubiera un reconocimiento a Vigo y al Círculo Mercantil. El trabajo que pasamos en aquellos días, subiendo al Mercantil, las veces que se nos quedó el coche parado...No era el baloncesto que hay ahora, que te llevan en coche los papás y todo eso. Fueron los primeros recuerdos que nos vinieron a la mente cuando surgió el partido".

Fernanda, que viene de Ourense todos los días de entrenamiento, reconoce: "Cuando me llamaron me hizo una ilusión enorme. Volver a recordar sobre todo los sistemas y los ejercicios ha sido increíble. Me dio un subidón enorme. Desde el principio hasta ahora estoy encantada".

Viendo un entrenamiento de estas "niñas", nadie diría que son "veteranas". Sí se les nota que escribieron algunas de las mejores páginas del baloncesto femenino vigués. Las maneras nunca se pierden y en los entrenamientos se puede ver a unas jugadoras de baloncesto que a pesar del tiempo no dan un balón por perdido; la lucha bajo los tableros es encarnizada y les da igual que sea un partido amistoso que un entrenamiento.

No obtante, nadie oculta que "después de los primeros entrenamientos el cuerpo está algo roto", afirma Dori, aunque entre risas reconocen al unísono: "Estamos como si tuviéramos veintinco años".

Marta es la más rotunda cuando sostiene: "Vamos a ganar, eso que no le quepa duda a nadie". Y es que la rivalidad con la Zona Norte sigue existiendo a pesar de los años. Nadie olvida aquellos duelos con el Tabacalera herculino, en donde se jugaba algo más que un simple partido de baloncesto, aunque es otra la prioridad, como reconoce Dori: "Lo que no se puede perder con el paso del tiempo es la ilusión, que es por lo que estamos encantadas de habernos juntado. Queremos transmitirle a las nuevas generaciones el amor al deporte más bonito que hay en el mundo que es el baloncesto".

La mezcla de generaciones que ha reunido este encuentro ha hecho que jugadoras que después han sido entrenadoras ahora compartan equipo con jugadoras que estuvieron bajo sus órdenes.

Nadie se quiere acordar de los problemas que tuvieron para que se les reconociese ese primer título conseguido al haber desaparecido toda la documentación. "Eso lo vamos a dejar", dijo Jimmy, "¿Porque al final quien ganó? El Círculo Mercantil".

Cuando se le pregunta a las jugadoras por lo que esperan del día 17, todas coinciden en que "los aficionados vayan al pabellón con la misma ilusión con la que vamos nosotras. Que sea una fiesta para todos, jugadoras y público. Que Navia esté lleno de chicos, chicas y, sobre todos niños y niñas, que vengan a vernos jugar y se impregnen de lo que es el baloncesto".

El ambiente en el entrenamiento es extraordinario, consiguiendo que regresen a la memoria recuerdos que parecían olvidados, ya que muchas de ellas, "además de ser madres y abuelas", como bien apuntan, consiguieron llenar el pabellón de As Travesas. Esperan que el pabellón de Navia se llene, ya que este "es un partido mucho más familiar, más de amor al baloncesto. Habrá niños, muchos de ellos hijos nuestros, y será más entrañable".

Nadie se quiere olvidar de los dos entrenadores que están al frente del combinado, "que están haciendo con nosotras un trabajo impagable". El baloncesto ha sido el lazo de unión de este grupo de jugadoras. Un deporte, que como afirma Rita, "nos enseñó a trabajar en equipo, lo que es sacrificarte por los demás. No es el individuo en sí mismo, es el error que está cometiendo esta sociedad ahora mismo".