La UD Las Palmas confirmó su gran arranque liguero con pleno de puntos y nueve goles en dos partidos, al pasar por encima de un Granada caótico en defensa, a quien el azar le había permitido igualar el partido al descanso, para sucumbir tras el mismo con cuatro tantos encajados. Errores individuales y colectivos del conjunto de Paco Jémez fueron aprovechados por un conjunto canario pletórico en el contraataque, ante un rival que, con el inconfundible sello de Paco Jémez, arriesgó demasiado y vio castigado su excesivo atrevimiento con una goleada que da el liderato provisional a los isleños.

El pulso que se preveía por la posesión del balón lo ganó pronto Las Palmas, aunque los primeros minutos fueron algo descontrolados, con llegadas a una y otra portería. De hecho, la primera con peligro la desbarató Javi Varas saliendo a despejar ante Ponce. El azar permitió al Granada entrar en el partido, pero el equipo andaluz volvió a suicidarse tras el descanso con desajustes defensivos flagrantes, difíciles de ver en el fútbol profesional.

Primero permitió un mano a mano de Dani Castellano que el lateral desperdició ante Ochoa, y después encajó un gol en un saque largo de Javi Varas que dio a lugar a un dos contra dos, con centro de Livaja y cabezazo de Boateng por encima de Ochoa. El germano-ghanés, que mostró una camiseta de apoyo a las víctimas del terremoto de Italia, se retiró lesionado poco después.

Con media hora por delante, Jémez contribuyó al caos al cambiar al debutante Samper por Barral, y terminar de partir al Granada en dos, ya que con el cambio, se rompió del todo el partido, convertido en una moneda al aire. La moneda salió cruz para el Granada, cuando El Zhar castigó de nuevo a los visitantes con un contragolpe de libro conducido por Jonathan Viera, y el marroquí regaló después el cuarto gol a Momo y hubo tiempo para un quinto.