Pione Sisto Ifolo Emirmija nació por casualidad en Uganda, a donde huyeron sus padres tras la guerra que asolaba Sudán del Sur. Con apenas dos meses de vida, el ahora jugador del Celta, de 21 años de edad, llegó con su familia a Dinamarca, que los acogió como refugiados. Allí creció y se formó como futbolista el cuarto fichaje céltico de la pretemporada. A pesar de disponer de la nacionalidad danesa, los Sisto Ifolo Emirmija no olvidan su origen africano y mantienen vivas las tradiciones de su pueblo, que recuperan en cualquier momento y circunstancia, sin importarles la sorpresa que pueda causar entre los occidentales.

El día que la selección danesa convocó por primera vez a Pione Sisto, su familia quiso participar de la alegría de su hijo, al que acompañó a la rueda de prensa que ofreció en las instalaciones de su club, el Midtjylland. Cuando el futbolista respondía a las preguntas de los periodistas, su madre y su padre aparecieron en escena ataviados con ropajes típicos de su pueblo y pintadas las caras. Además, portaban varios palos simulando lanzas para interpretar una danza sudanesa que se representa para proteger y dar suerte, en este caso al hijo que iba a estrenarse como internacional con el país de adopción.

El vídeo que recoge la escena circula por las redes sociales desde hace semanas. En la misma, los padres acaban solicitando la presencia de Pione Sisto para que se una a la danza. El futbolista se levanta de la mesa, se acerca a sus progenitores y se saca la camiseta para que le embadurnen la cara y se sume al baile ancestral, ante la sorpresa de los medios de comunicación presentes en la sala, que recogen a través de las cámaras de televisión una escena que llamó la atención primero en Dinamarca y después se extendió al resto del mundo.

Tras anunciarse el fichaje del futbolista danés por el Celta, la danza tribal de sus padres ha despertado nuevamente gran interés en las redes sociales.