El Celta emprendió ayer tarde viaje a Uruguay para participar conjuntamente con el Deportivo en Montevideo en un torneo organizado por la LFP World Challenge junto a los dos grandes equipos uruguayos, Peñarol y Nacional. El torneo, que inicialmente iba a ser un cuadrangular al más puro estilo veraniego, ha tenido que cambiar su formato por problemas de seguridad al negarse el Ministerio del Interior del país a facilitar efectivos policiales que velaran por la seguridad del choque entre los dos equipos charrúas, de rivalidad irreconciliable.

Al no poder garantizar la seguridad, la organización decidió suprimir el clásico entre Nacional y Peñarol, lo que ha obligado a modificar el formato del certamen. En un principio tampoco iba a disputarse el clásico gallego y el Celta y el Deportivo iban a enfrentarse, cada uno por su cuenta, con los dos grandes equipos uruguayos en sus respectivos campos. La entidad organizadora, Tenfield, informó de hecho por la mañana de la cancelación de ambos clásicos. Sin embargo, la Federación Gallega de Fútbol (FGF), cuyo presidente, Rafael Louzán, adelantó al domingo su viaje a Montevideo para intentar resolver el problema, logró ayer, tras intensas negociaciones, que el derbi gallego pueda finalmente celebrarse al otro lado del Atlántico.

De esa forma, el Celta y el Deportivo se enfrentarán, como estaba previsto, el jueves, a las 22.30 hora española, con retransmisión en directo por la TVG. Posteriormente, el Celta se medirá al Nacional de Montevideo en su feudo de Parque Central el sábado, a las 21.00 hora española, mientras que el Deportivo se enfrentará el domingo, a la misma hora, al Peñarol en el estadio Campeón del Siglo.

El entrenador celeste, Eduardo Berizzo, ha desplazado a Montevideo a veinte futbolistas, los quince disponibles del primer equipo y cinco canteranos: el defensa central Diego Alende, los centrocampistas Borja Iglesias y Pape Cheikh, y los atacantes Brais Méndez y Borja Iglesias.

No han viajado a la capital uruguaya los jugadores en proceso de rehabilitación de diferentes lesiones (Claudio Beauvue, Andreu Fontás y Josep Señé) ni los que se han incorporado al trabajo más tarde debido a su participación en diferentes torneos (Marcelo Díaz, John Guidetti y Álex López), además de Facundo Roncaglia, quien ayer completó su fichaje por el Celta tras pasar revisión médica. Todos ellos se entrenarán esta semana en A Madroa a las órdenes de Eduardo Marcucci, mano derecha de Berizzo, que dirigirá junto al entrenador de porteros Carlos Kisluk el trabajo en Vigo. Fabián Orellana y Pablo Hernández, el Tucu, mientras tanto, tienen que reincorporarse a los entrenamientos a finales de la próxima semana.

El Celta ha planificado un intenso programa de trabajo en Montevideo. El grupo celebrará esta misma tarde, una sesión de trabajo en la capital uruguaya y se entrenará mañana en doble turno. Tras enfrentarse al Deportivo el jueves, el equipo volverá a entrenarse en sesión matinal el viernes y el sábado medirá sus fuerzas con el Nacional en el Parque Central. El equipo empleará la jornada del domingo en regresar a Vigo.