- ¿Qué nivel aprecia en esta Copa de la Reina?

- Hemos visto partidos más emocionantes y otros que se han decantado más rápido, pero el nivel ha sido bueno. Para Galicia ha sido una grata experiencia. Además de lo hecho por Porriño y Mecalia Guardés, la Minicopa potencia un poco más el balonmano, lo hace más visible.

- Mecalia Guardés y Balonmán Porriño tienen proyectos muy diferentes en su naturaleza, pero consistentes.

- El Porriño lleva muchísimos años trabajando desde la base y está cosechando los frutos, sacando muchas jugadoras con proyección y reforzándose bien con alguna de fuera. Supongo que con el tiempo el Guardés planteará un equipo más de base pero ha empezado de otra forma, con un potencial de jugadoras de fuera. De diferente manera, pero son dos proyectos sólidos.

- Usted aún puede ver a varias jugadoras del grupo de la selección en esta Copa de la Reina, aunque haya muchas en el extranjero. En el balonmano masculino apenas quedan internacionales en Asobal fuera del Barcelona.

- Sí que hay muchas jugadoras en el extranjero, han tenido que emigrar para buscar más la profesionalidad y ser más exigentes a nivel de competición, pero aquí también hay muchas jugadoras interesantes y muchas de ellas pueden llegar en poco tiempo a la selección absoluta. Están compitiendo bien y disponen de minutos de calidad en competiciones cada vez más exigentes.

- ¿Hay alguna jugadora gallega que entre en sus planes, alguna heredera de Begoña Fernández?

- Ahora mismo el grupo que va a ir a Río está bastante definido. Pero sí hay jugadoras que tienen proyección. Estamos viendo algunas como Cacheda, que está progresando muy bien, o Sarai Sanmartín, que también es muy interesante. Sí que hay un cierto número de jugadoras gallegas con posibilidades de llegar a un nivel más alto.

- Es cierto que Begoña Fernández es difícil de reemplazar. Sigue con ustedes en las "Guerreras", ahora como embajadora de la Federación Española.

- Begoña era una jugadora de referencia en la selección, con mucho peso en el juego y capitana, líder. Ahora su labor es un poco la de ser enlace de la Federacion con las jugadoras y el cuerpo técnico.

- Mangué, Silva Navarro, Pinedo, Macarena Aguilar? ¿Tienen recambio?

- Poco a poco se van haciendo cambios y van entrando jugadoras nuevas. También pensábamos lo mismo cuando se retiraron Begoña y Verónica Cuadrado, pensamos que podíamos tener un problema en el pivote y ahí tenemos a dos jóvenes como Eli Chávez y Ainhoa Hernández. Y van entrando otras como María Núñez o Judith Sanz. Ese cambio progresivo no tiene que ser tan traumático. Mantendremos un buen nivel, sabiendo que entre las selecciones femeninas existe mucha igualdad y cualquier despiste te puede dejar fuera de algún gran campeonato.

- ¿Les añade presión que la selección masculina se haya quedado fuera de los Juegos?

- Para nosotros también ha sido muy duro que se quedasen fuera los chicos. Su representación y el apoyo entre chicos y chicas era interesante y fortalecedor. Reforzaba el espíritu del balonmano y de los equipos. La responsabilidad la tenemos igual. Últimamente somos un equipo al que se le exige ser aspirante a medalla, hemos conseguido algunas y todo el mundo nos ha empezado a recordar desde hace algún tiempo que fuimos bronce en Londres. Se nos exige estar en esa línea. Pero estamos tranquilos. Queremos hacerlo bien. Sabemos la gran dificultad del deporte de élite. A ver si tenemos el gran acierto de Londres. Lo difícil es llegar en un gran momento y no despistarse en una competición en la que existe mucha atención mediática.

- Son ustedes prisioneros de sus propios logros. Acaban de ganar el Cuatro Naciones, con victoria sobre Noruega en su propia cancha, y eso dispara las expectativas.

- Haber conseguido cosas siempre genera las esperanzas de éxito de la gente. Pero los que estamos en el mundo de la alta competición, y los que la han vivido, sabemos de la gran dificultad que tiene. Un pequeño detalle, una decisión errónea nuestra o de los árbitros pueden apartarte de estar entre los mejores. Hay que trabajar de la mejor manera para que la suerte nos acompañe y acertemos en las decisiones.

- Decía Mangué que ya le apetece paladear un oro.

- Todos estamos inmersos en tener la máxima ilusión. Se palpa. Este equipo tiene mucha motivación. Esa parte está ganada. Pero luego hay muchos factores que influyen en el rendimiento, como la ansiedad o el acierto en el día importante, en ese cruce que puede decidirlo todo.

- Usted dirige la selección desde 2007. Ha sido responsable de todos los éxitos de las Guerreras. ¿Cómo se plantea su propio futuro?

- Lo más importante es que las chicas estén bien. Por mi parte, un entrenador deben mantener la ilusión y las ganas. Eso sigue intacto. Sigo teniendo la máxima ilusión por conseguir triunfos y espero seguir por esa línea. Siempre tengo ganas de competir y aprender.

- Usted representa a un tipo de entrenador discreto, en un balonmano español más acostumbrado a la expresividad de los Zupo, Cadenas, Rivera?

- Mi carácter es de una forma, se puede ir moldeando pero no se cambia de forma radical. Sí que entiendo que de esta forma, transmitiendo tranquilidad, se puede conseguir mejor rendimiento del equipo. Hay que adaptarse a cómo funciona el grupo, aunque también debo tener mis momentos más viscerales. Lo intento valorar en función de las circunstancias que se dan en los partidos y en la dirección del equipo.