Los Warriors de Golden State se han quedado ya sin margen de error de cara a conseguir llegar a las 73 victorias cuando finalice la temporada regular después de haber protagonizado otra derrota sorpresa en la jornada de la NBA. Los Timberwolves de Minnesota les vencieron en la prórroga a domicilio (117-124). La clave de la derrota estuvo en la poca inspiración encestadora del base estrella de los Warriors, Stephen Curry, que aportó 21 puntos, pero falló 18 de 25 tiros de campo, incluidos 10 de 14 triples. Los Warriors deben ganar ahora los cuatro partidos que restan, dos contra los Spurs y dos contra los Grizzlies.