Cerca de sesenta peñas del Celta han emitido un comunicado en el que critican lo sucedido en el partido contra el Villarreal, cuando un abonado de 35 años de antigüedad fue expulsado de Balaídos por mostrar una bufanda vieja de Celtarras. Las peñas denuncian los "malos modos" empleados por los efectivos de seguridad y piden una disculpa.

Estos colectivos celestes aseguran haber recibido quejas por el trato en Balaídos a los aficionados, que enumeran: "Controles abusivos en las puertas, prohibición de objetos y material neutral, malos gestos incluso con niños, ancianos y hasta discapacitados". Añaden "nula defensa" por parte del club cuando las peñas son "señaladas arbitrariamente desde fuera". A juicio de estas peñas, el Celta aplica la normativa "de forma absolutamente aleatoria y desproporcionada". Piden una "rectificación".

En el comunicado se señala que aficionados de otros equipos, "algunos pertenecientes a colectivos de notorio carácter violento", sí han podido lucir "con impunidad" sus símbolos. Mencionan el partido de Copa contra el Sevilla. A este respecto, se ha sabido que miembros de Riazor Blues estuvieron en Balaídos acompañando a los Biris sevillistas. Dos de ellos han sido denunciados por destrozos en un parking del centro cuando fueron a recoger el coche de alquiler en el que habían viajado a Vigo. Como el hecho está relacionado con el partido, se les aplica la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.