El Barcelona logró en El Molinón la victoria que esperaba para cobrar una significativa ventaja, de 6 y 7 puntos sobre Atlético y Real Madrid, pero sin ensañarse con los suplentes del Sporting, que no obstante dieron la cara e incluso marcaron un gol mediada la primera parte.

Luis Enrique puso de inicio un equipo mucho más reconocible que Abelardo que sólo sacó a dos jugadores que fueron titulares en la pasada jornada ante el Rayo Vallecano, porque para los gijoneses el partido importante es el del sábado en el campo del Betis.

El dominio del conjunto azulgrana fue total. Abelardo dio la responsabilidad del centro de la zaga a un jugador de 21 años y que además debutaba en el Sporting como el chileno Igor Lichnovsky y, a otro de 19, el internacional español Jorge Meré, que sufrieron con la movilidad de los delanteros del Barcelona.

El dominio de los catalanes era por momentos tan agobiante que todos sus jugadores, a excepción de Claudio Bravo estaban en el medio campo del Sporting, que lo único que hacía era defenderse y perder el balón.

Lichnovsky a punto estuvo de lesionar a su compañero Meré al que le dio una patada en la cara en un intento de despejar un balón, lo que obligó al joven rojiblanco a tener que salir para ser vendado.

En el minuto 20, Cuéllar sacó un balón a Luis Suárez que se plantó solo ante él tras un gran pase de Neymar y, apenas cuatro minutos después, el Barcelona se adelantó en el marcador con un gol de Messi, el 300 en su cuenta como azulgrana, con un gran disparo desde el borde del área.

La respuesta sportinguista fue meritoria y, tan sólo dos minutos después, el equipo de Abelardo sorprendió con una contra perfecta con un pase de Álex Menéndez al segundo palo, donde apareció Carlos Castro para batir a Claudio Bravo en medio de la algarabía del abarrotado Molinón.

Pero el Barcelona tampoco tardó mucho en desequilibrar de nuevo el marcador con un nuevo gol de Messi, a pase de Luis Suárez, que provocó la protesta de la afición local, que consideró que hubo fuera de juego.

La segunda parte fue más intensa y también con más encontronazos por parte de los jugadores y bastantes protestas por parte de los aficionados. Mascarell probó a Bravo desde lejos y un minuto después Lichnovsky salvó un disparo en semifallo de Luis Suárez en una jugada que acabó con protestas del portero rojiblanco que reclamó un agarrón del delantero.

En el minuto 57, el público reclamó un posible penalti de Turán sobre Halilovic, protestas que se recrudecieron cuando tres minutos después el árbitro sí señaló uno bastante claro de Cuéllar sobre Neymar, que lanzó sin éxito Luis Suárez.

Sin embargo, minutos después, el propio Luis Suárez dejó muestras de la calidad que atesora y se sacó un disparo con rosca que tras pegar en un palo se coló en la portería local.

Una protesta de Busquets le supuso una tarjeta, la quinta en su cuenta por lo que no podrá jugar la próxima jornada en Las Palmas.

En los últimos minutos, el juego se equilibró un poco, pero ya el marcador no se movió, porque el Barcelona bajó el pistón y el Sporting estaba ya agotado.