Sobran los dedos de las manos para contar los encuentros que el Barcelona ha perdido en las dos últimas campañas con Luis Enrique. El ganador de cinco títulos con el conjunto azulgrana ha pasado como un ciclón por todas las competiciones que ha disputado, arrollando a sus rivales, salvo cuando le ha tocado enfrentarse al Celta, convertido de la mano de Berizzo en la horma de su zapato. Como muestra un botón: de los nueve derrotas que el conjunto azulgrana ha cedido con el entrenador asturiano, dos han sido frente al Celta de Berizzo, que lo superó la pasada campaña en el Camp Nou con un histórico tanto de Joaquín Larrivey y lo ha goleado este curso en Balaídos con todas sus estrellas sobre el campo.

Únicamente el Málaga, también por 0-1, ha sido capaz de ganar la pasada temporada en el Camp Nou unos meses después que el Celta. Este curso los azulgranas no han perdido un solo encuentro en su estadio, donde apenas han cedido un empate, en diciembre pasado ante el Deportivo (2-2), que remontó dos goles. Lejos de su campo otros dos equipos han superado esta campaña a los azulgrana en la Liga española, el Celta, que le dio un repaso en Balaídos (4-1) y el Sevilla, que lo superó por la mínima unas jornadas más tarde en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Las restantes derrotas sufridas por Luis Enrique se circunscriben a la pasada temporada y siempre lejos del Camp Nou. Invicto esta temporada en la Liga de Campeones, donde apenas ha cedido dos empates fuera de casa ante el Roma y el Bayer Leverkusen, el Barça solo ha encajado otras dos derrotas la pasada temporada en la competición continental, ambas a domicilio. El Paris Saint Germain venció a los azulgranas en el Parque de los Príncipes en la fase de grupos (3-2) y más adelante, en el segundo asalto de las semifinales, el Bayern de Múnich de Pep Guardiola superó a los barceloneses por la mínima, también por 3-2, después de haber perdido por 3-0 en la ida en el Camp Nou. Salvo estos dos tropiezos, el Barcelona arrolló en la Champions, donde tras pasar como primero en la fase de grupos, donde coincidió con el Apoel, el Ajax y el PSG, se deshizo luego del Manchester City, el PSG, el Bayern de Munich y el Juventus, al que derrotó en la final.

En la Liga, el conjunto de Luis Enrique perdió únicamente cuatro partidos, los citados ante el Celta y el Málaga, y el clásico frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu que, bajo la dirección de Carlo Ancelotti, los blancos se llevaron por 3-1 con goles de Pepe, Benzema y Cristiano Ronaldo. El equipo azulgrana cayó también en Anoeta, con un autogol de Jordi Alba que desató una oleada de críticas y un conflicto entre el técnico y los pesos pesados del equipo, singularmente con Messi, que reprochó a Luis Enrique haberle dado descanso.

Sin enemigos que le plantasen cara en la Copa, donde el Barcelona doblegó en la final al Athletic, el equipo vizcaíno sí pudo devolverle la moneda a los de Luis Enrique en la Supercopa de España, que los de Ernesto Valverde se llevaron contra todo pronóstico por un contundente 4-0.