El Celta no se rinde. Con la convicción de que en fútbol nada hay escrito de antemano y la ilusión de hacer historia, el conjunto de Berizzo se propone convertirse esta noche (20:30 horas en Balaídos) en el primer equipo en remontar cuatro goles en una semifinal de la Copa del Rey. La empresa es hercúlea, no solo por la descomunal desventaja con que los celestes afrontan este segundo asalto de la eliminatoria, sino también por la contrastada talla del Sevilla, un adversario temible, que conjuga como pocos vigor físico, rigor táctico y talento y que llega a la cita en el momento más dulce de juego de la temporada.

Con semejantes premisas, al Celta no le bastará esta noche con desplegar un gran juego para alcanzar su cuarta final copera. El grupo de Berizzo necesitará firmar un partido perfecto. Que la valentía que impregna su juego le permita encontrar espacios para desarbolar la impermeable defensa nervionense y que las ocasiones de peligro que sea capaz de generar en el área rival se vean acompañadas de acierto en el remate. Y no bastará con pegada. Los celestes necesitan también atacar sin desordenarse para no recibir un gol que le cierre el paso de la remontada. Será imprescindible que la osadía de buscar el marco contrario "despojados de ataduras" , como pide Berizzo, no genere desequilibrios defensivos, tal como sucedió en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla penalizó con goles cada uno de los errores célticos.

Toca, por tanto, tirar de épica y cruzar los dedos para que el rival, que ya dio una impresionante muestra de fiabilidad empatando hace cuatro días en Liga en Balaídos en inferioridad numérica, se enrede en su propia madeja o cometa errores, como sucedió el pasado domingo con la expulsión de Fazio, que puedan abrir el melón del partido.

Berizzo, no obstante, prevé que el choque se desarrollará en igualdad de fuerzas y ha pedido a sus futbolistas que firmen once contra once un partido parecido -igual en valentía y caudal de juego pero con más acierto frente a la portería de Sergio Rico- al que rubricaron hace unos días en superioridad numérica. Con este propósito, el técnico céltico no se dejará nada en el armero. De momento, Berizzo ya ha anticipado que Rubén Blanco, el mejor de los célticos en el Sánchez Pizjuán, se situará bajo el travesaño y que en el once que saltará esta noche al renovado césped de Balaídos estarán los cuatro futbolistas que no podrán jugar por sanción el próximo domingo en Liga en el Nou Camp: Iago Aspas, Fabián Orellana, Theo Bongonda y Sergi Gómez. Ausentes por lesión Andreu Fontás y Manuel Agudo, Nolito, existen sin embargo algunas dudas sobre quiénes acompañarán a este quinteto en el once inicial.

En la defensa es seguro que Cabral formará pareja con Sergi en el eje de la línea pero existen dudas en las bandas, pues el entrenador del Celta podría optar por sus dos laterales teóricamente titulares, Mallo y Jonny, o situar a Wass en el costado derecho de la defensa, incluso a Planas en el izquierdo, visto el bajo momento de forma del versátil defensa de Matamá.

En el medio campo, la gran novedad podría ser el chileno Marcelo Díaz, futbolista de gran jerarquía táctica y pericia en la elaboración del juego, que ya dictó todo un curso de manejo de pelota en el último enfrentamiento liguero ante los nervionenses. Díaz estaría presumiblemente acompañado de su compatriota Pablo Hernández, el Tucu, que aportaría al medio campo presencia física y potencial en el juego aéreo, uno de los puntos fuertes del adversario.

La principal duda en ataque estriba en si será John Guidetti, uno de los héroes del Calderón, o Claudio Beauvue el que acompañe al terceto atacante formado por Bongonda, Orellana y Aspas. Si el sueco es el elegido, el moañés actuaría presumiblemente en banda derecha y Orellana como enganche, mientras que si el elegido es el francés, éste se situaría en el costado derecho y Aspas formaría como hombre más adelantado.

Berizzo no ha facilitado la lista de convocados, a la espera del entrenamiento que el equipo celebrará por la mañana en A Madroa antes de concentrarse para el partido. La previsión es que el preparador argentino convoque hoy a los 18 jugadores del primer equipo que tiene disponibles para el choque.

El Sevilla, mientras, afronta la cita sin exceso de confianza, consciente del potencial del equipo celeste en una noche inspirada. Su técnico, Unai Emery, ha pedido a sus jugadores máxima concentración a pesar de la confianza que les proporciona su amplia renta y el empate a un gol rebañado el domingo en la Liga con un hombre menos sobre el campo. Emery, con todo, podría reservar algunas piezas de su amplísima plantilla. Sin Pareja ni el polaco Krychowiak, lesionados, el técnico estudia además repetir en defensa con Fazio, que no podrá jugar en Liga el fin de semana contra Las Palmas tras ser expulsados en Balaídos, y reservar para una teórica final a los tres jugadores que tiene apercibidos de sanción: Rami, N'Zonzi y Zolodziejczak. El once nervionense, en todo caso, se parecerá al desplegado por Emery en el Pizjuán y no va a diferir mucho del formado por Rico; Coke , Carriço, Fazio Tremoulinas,; Cristóforo, Iborra; Vitolo, Banega, Krohn-Dehli y Kevin Gameiro.