El gran día de Zinedine Zidane como técnico llega con el salto al primer equipo del Real Madrid como sustituto de Rafa Benítez, un movimiento que ha devuelto la ilusión al madridismo, y que tendrá como primera prueba al Deportivo. "Voy a tratar de seguir mi juego como entrenador". La promesa del fútbol ofensivo y de espectáculo de Zidane, añadido a su figura respetada y querida en el madridismo, ha devuelto de golpe la ilusión a la afición del Real Madrid. El estadio Santiago Bernabéu volverá a llenarse para el arranque de un nuevo proyecto que cambia las ideas instaladas por Rafa Benítez.

En chándal, como si el tiempo volviese hacia atrás y atendiese a la prensa en su etapa de jugador, y sonriente, Zidane compareció ante los periodistas en Valdebebas en una rueda de prensa en la que cerró la puerta a salidas de jugadores del Real Madrid y también a entradas. "Posibles salidas no creo, no quiero, luego veremos lo que puede pasar, pero yo no quiero. Y entradas, tampoco. Tengo un grupo importante, numeroso y me conformo con el equipo que tengo", dijo.

Zizou plasmó su idea de fútbol para el Real Madrid e incidió en el trabajo en equipo: "Lo que pienso y lo que vamos a hacer es que cuando no tengamos el balón vamos a trabajar todos. Tengo la idea de eso y voy a pasar ese mensaje. No puedes tener a uno, dos o tres jugadores que no defienden. Y cuando tenemos el balón, a jugar. La mejor manera para no defender es tener el balón".

El nuevo técnico madridista no desveló cuál será su centro del campo tras confirmar que Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema serán titulares, pero dejó clara su filosofía con los jugadores y puso como ejemplo a James e Isco. "La única cosa es darles cariño y confianza, como a todos. Que jueguen unos más que otros va a pasar porque no pueden jugar todos, pero al final lo más importante es el grupo", dijo. De Cristiano Ronaldo aseguró que "es intransferible" porque es "el alma del equipo". "Me río de lo que se pueda decir porque mientras yo esté aquí, él no se marchará", aseveró.

Sonriente en toda su comparecencia, ni las declaraciones de Raymond Domenech, exseleccionador francés, que dijo que Zidane es una mala persona, le hicieron cambiar el gesto. "Él tiene su opinión y la aguanto. Me conoce muy bien, es verdad. También sabe lo que pienso de él", subrayó.

Zizou se siente feliz y cree que ese sentimiento es compartido por los jugadores y la afición del Real Madrid, de la que destacó su importancia. "Estoy feliz, muy contento y veo que ellos también. Me siento fuerte. De momento no me preocupa nada. Hoy voy a dormir bien".