La Copa del Rey gusta, ilusiona. Es el camino ideal para que los humildes puedan celebrar un título. El Celta coquetea con ese anhelo. Berizzo también tiene esa ambición, pero la exigencia es la Liga y la rutina depara el próximo domingo un duro enfrentamiento ante el actual líder, el Atlético de Madrid. Por ello, el preparador argentino ha dosificado a buena parte de sus indiscutibles para la cita ante los discípulos de Simeone.

Berizzo convocó a todos los disponibles del primer equipo más el canterano Borja Fernández. Misma expedición que el pasado sábado cayó frente al Málaga. El argentino descartó antes de medirse al Cádiz a Bongonda y al "Tucu" Hernández, dos hombres que tendrán protagonismo ante el Atlético de Madrid.

A medida que los planes se iban cumpliendo para el Celta, el técnico argentino fue retirando del tapete del Ramón de Carranza a sus hombres más indiscutibles. En el descanso ya quedó en el banquillo Gustavo Cabral y, tras el tanto de Jonny, llegó el momento de dar descanso a Fabián Orellana. Ya en la recta final, Berizzo optó por retirar a un Radoja que demostró que tiene trabajo y fútbol para ser un sustituto de garantías de Augusto Fernández.