El Real Madrid, después de perder la pasada jornada y quedarse a cinco puntos de Barcelona y Atlético de Madrid, afronta el derbi contra el Rayo Vallecano con muchas dudas sobre su rendimiento y sin margen de error, con la afición del Santiago Bernabéu juzgando a Rafa Benítez que se juega el puesto.

La derrota en El Madrigal y la imagen dejada en la primera parte ante el Villarreal, volvieron a abrir una herida que no terminó de cicatrizar en el madridismo con cinco victorias consecutivas ante rivales de menor entidad tras el varapalo del Clásico.

Cada derrota provoca un terremoto en el Real Madrid y deja al técnico Rafa Benítez en entredicho. Acostumbrado ya a escuchar al francés Zinedine Zidane como posible sustituto en el presente e incluso ver que no se cierran las puertas del club a un futuro regreso del portugués José Mourinho, el actual técnico se defiende con "trabajo, respeto y educación".

Confía en una nueva reacción de su equipo que silencie las críticas y pone de ejemplo la segunda parte de un encuentro que se perdió, la realizada en la última jornada ante el Villarreal, como el camino a seguir durante los 90 minutos del duelo ante el Rayo. Las cualidades de su rival le van bien a un Real Madrid que saldrá con las bajas en defensa de Dani Carvajal y el francés Raphael Varane.

Con el regreso del alemán Toni Kroos al centro del campo, tras no jugar ni un minuto en la última jornada, la principal duda por despejar de Benítez es la presencia de Isco Alarcón en el once o una nueva suplencia que le pueda dejar marcado. Los tres de arriba parecen indiscutibles, señalados por su bajo rendimiento en partidos importantes Gareth Bale y Cristiano Ronaldo, y con Karim Benzema buscando celebrar con goles su 28 cumpleaños. La respuesta de la afición del Santiago Bernabéu será centro de atención. El clima está enrarecido desde el Clásico y se ha agravado tras lo sucedido en Copa y la derrota en Villarreal.