El Choco rompió su racha de tres derrotas consecutivas con un empate que sabe a poco ante un Bergantiños que se plantó sobre el césped de Santa Mariña con la firme intención de llevarse un punto y acabó consiguiéndolo. Los locales, con importantes novedades en su alineación para tratar de frenar su mal momento de resultados, volvieron a llevar una vez más el peso del encuentro ante un adversario que apostó descaradamente por replegarse y colocar a muchos jugadores por detrás de la pelota, fiando sus opciones ofensivas a los balones en largo hacia su corpulento delantero Sekou. La apuesta visitante al final dio sus frutos puesto que el conjunto de Marcos Montes tampoco estuvo excesivamente brillante en ataque en un choque poco vistoso para los espectadores y, además, erró las tres claras ocasiones de las que dispuso para haber inclinado la balanza a su favor.

Los primeros cuarenta y cinco minutos anticiparon lo que iba a ser el resto del partido. El Choco tenía la pelota casi en monopolio ante un Bergantiños bien organizado en defensa y con la premisa de no perder nunca el sitio, aunque eso supusiese renunciar prácticamente por completo al ataque. Por eso, la primera mitad pasó sin pena ni gloria y con sólo una ocasión por bando. Evidentemente, la oportunidad visitante llegó a balón parado, en un córner rematado en el segundo palo ante la media salida de Cortegoso y que Óscar despejó dentro del área pequeña a la media hora. Siete minutos después llegó la ocasión local, en una buena acción individual de Fernán por la banda derecha. El jugador redondelano se deshizo perfectamente de Aarón pero finalizó con un disparo raso excesivamente cruzado ante la salida de Brais.

El inicio de la segunda mitad acentuó el dominio y el control de un Choco que apretó un poco más para buscar la victoria pero sin aportar excesiva claridad ni verticalidad a sus acciones ante una nutrida defensa rival. Fernán, en el minuto 70, volvió a tener la ocasión de abrir la lata tras regatear otra vez a su par. Sin embargo, en esta oportunidad optó por disparar al primer palo, estrellando la pelota en el lateral de la red. El partido se abrió ligeramente aunque sin llegar a enloquecer porque el Bergantiños tenía muy claras sus prioridades y sabía que el punto era un jugoso botín. Pero el cansancio y los cambios abrieron el hueco justo para que en el último minuto Silva cazase y lo estrellase en el larguero.