Era casi una final. Un partido en el que había que ganar sí o sí para no tener muy complicado disputar la lucha por el título en la segunda fase de la competición, consiguiendo así el objetivo de la permanencia una campaña más en la máxima categoría nacional. Pero no pudo ser. El Amfiv empezó muy mal el encuentro y, a pesar de que consiguió rehacerse antes del descanso, no supo jugar los instantes decisivos cayendo ante el Fundación Grupo Norte. Tras esta derrota, las matemáticas otorgan todavía una remota posibilidad al conjunto de César Iglesias. Una opción a la que aferrarse y a la que, sin duda, los vigueses se aferrarán.

La tensión por lo mucho que había en juego se notó en el comienzo del choque, pero sólo por el bando local. Los pucelanos empezaron muy enchufados el encuentro ante un Amfiv que no puso en ese inicio la intensidad que se presuponía a una cita tan importante. El Fundación Grupo Norte se hizo con un interesante colchón (13-0, min.5), que mantendría al final de estos diez primeros minutos (19-8).

Sin embargo, los de César Iglesias consiguieron enmendar su desastroso primer cuarto en un segundo periodo en el que los tiros empezaron a entrar y, además, aprovecharon al máximo los minutos de descanso del israelí Dor Onn, la auténtica referencia ofensiva pucelana (31-27, min.20).

Al regreso de los vestuarios el partido estaba ya muy equilibrado. Parecía que los problemas de faltas de Envó y Zavala iban a ser la clave pero, sin embargo, la arriesgada apuesta de César Iglesias de mantenerlos en pista resultó acertada.

A los últimos cinco minutos se llegó con todo por decidir y ahí sí que se notó lo mucho que había en juego. Los pupilos de César Iglesias no supieron gestionar el momento decisivo del encuentro y se atascaron en ataque, perdiendo demasiados balones y anotando más por destellos individuales que por acciones colectivas. Pese a todo, un triple de Zavala a menos de 40 segundos mantenía la esperanza (61-57), sobre todo porque Dor Onn fallaba a continuación dos tiros libres y permitía a Avendaño anotar un tiro libre para soñar (61-58). Con dos segundos para el final, los vigueses no lograron siquiera lanzar el desesperado triple para intentar forzar la prórroga, consumándose una derrota que complica mucho el futuro.