Andreu Fontás admite que le está pasando factura el mes de inactividad por culpa de una tendinitis en el talón y considera "exagerada" la goleada que el sábado consiguió el Valencia en Balaídos. El zaguero catalán intenta olvidar esa derrota y centrarse en el clásico gallego de Riazor.

"Cuesta un poco entender el 1-5 [ante el Valencia]. No creo que el equipo mereciese tal castigo, pero el fútbol a veces es así. Fue un resultado exagerado, la efectividad que tuvo el Valencia no es ni normal", apunta Fontás, preocupado por las facilidades que ofrece su equipo en defensa. "Cuando te meten tantos goles es que no estás haciendo las cosas bien", admite.

Reconoce a continuación Fontás que se marchó "jodido" de Balaídos, tras una irregular actuación. "Tras un mes parado, cuesta volver. Las circunstancias han hecho que tuviese que volver [la baja de Cabral por sanción aceleró su regreso] sin llegar a estar en las mejores condiciones posibles, pero lo acepto", afirma al hablar de sus problemas físicos: "Es una lesión complicada. La lesión en sí está recuperada pero sigo teniendo bastantes molestias en el tendón. Mi lesión me impidió entrenar y eso lo noté. Ahora trabajo para estar al cien por cien cuanto antes", proclama quien habla de que el Celta tuvo el sábado "muchos y variados errores, invididuales y colectivos". Y critica el arbitraje de Vicandi Garrido: "Cuesta entender que nos anulen ese gol, que nos podía haber puesto con 2-1 por delante en el marcador e igual no estaríamos hablando de lo que estamos hablando ahora. El fútbol son detalles que decantan la balanza hacia uno u otro lado".

A Fontás le gustaría que la Liga no se interrumpiese dos semanas. "Lo que más nos jode es no quitarnos de encima cuanto antes la espina de ese mal resultado, pero hay que verle el lado positivo y aprovechar el tiempo para trabajar". Después les espera el clásico gallego en Riazor: "Todo el mundo está mentalizado y con unas ganas tremendas de jugar el clásico", concluye.