Carles Planas vuelve a sentirse futbolista. Las lesiones y la roja que vio en el Sánchez Pizjuán la temporada pasada interrumpieron la progresión de un lateral que se había convertido en indiscutible para "Toto" Berizzo. El catalán aportaba profundidad al ataque céltico. Siempre pisaba línea de fondo y sus centros aportaban peligro a las defensas contrarias.

Su ausencia coincidió con la irrupción de Jonny. El de Matamá se asentó en el costado izquierdo mientras Hugo Mallo recuperaba sin discusión su lateral. Carles Planas se quedaba sin sitio. Las lesiones le cerraron puerta hasta que el pasado sábado las rotaciones volvieron a brindarle una nueva oportunidad. El exazulgrana ha sido autocrítico en su comparecencia ante los medios de comunicación. "Noté la falta de competición". No obstante, el lateral zurdo completó los 90 minutos. No fue aquel jugador que maravilló en el arranque liguero de hace un año, formando una dupla letal con Nolito, pero todo hace indicar que es el recambio ideal para el costado izquierdo de la zaga céltica.

Carles Planas sabe que el estilo de Berizzo le beneficia. En La Masía amamantó una filosofía muy similar. El catalán afronta con valentía el nuevo rol que asumen los laterales en el fútbol moderno. Ya no es una cuestión de doblar al extremo y centrar, sino que ahora esa incorporación al ataque se produce por dentro, una acción que, de momento, al Celta le está dando importantes réditos ofensivos. Hugo Mallo acumula tres asistencias mientras que Jonny aportó otro pase de gol en el valioso empate firmado frente al Eibar. Carles Planas, que admite la dificultad del choque del viernes ante el Getafe, espera, ahora, una nueva ocasión para reivindicarse.