El Balonmano Porriño no pudo cerrar con buen sabor de boca una excelente temporada como local al caer en el último encuentro de la campaña en el Municipal en el derbi ante un Mecalia Guardés que impuso su mayor amplitud de plantilla. El conjunto de Abel Estévez presentó batalla durante toda la primera parte y los diez minutos iniciales de la segunda pero acabó sucumbiendo ante la agresiva defensa planteada por las visitantes, muy exigente en el plano físico y beneficiada por la permisividad de una pareja de árbitros que solamente señalaron una exclusión por bando en todo el partido.

El derbi de la División de Honor femenina presentaba a dos equipos sin necesidades clasificatorias, con sus objetivos ya cumplidos y con la intención de disfrutar del espectáculo que supone tener a dos conjuntos pontevedreses en la máxima categoría nacional del balonmano femenino. Desde muy pronto quedó claro que no iba a ser un encuentro sencillo para las locales, para un BM Porriño al que la escasez de efectivos limitaba mucho la posibilidad de mantener el exigente ritmo durante los sesenta minutos. El Mecalia Guardés, por su parte, cuenta con una amplia plantilla que le permite disponer de prácticamente dos "sietes" de completas garantías y, por ello, plantea habitualmente una agresiva defensa que complica mucho las cosas a sus adversarios.

Además, en esta ocasión la exigencia física a la que el Guardés somete a su rival se encontró con un inesperado aliado en la pareja arbitral, que permitió mucho el contacto y únicamente decretó dos exclusiones en todo el partido. El partido se convirtió entonces en una batalla física para la que las locales contaban con menos armas debido también a la baja de Nekane Terés, a la espera de conocer los resultados de la resonancia de rodilla que esta misma semana se le realizó, y con Soraia Lopes todavía renqueante de su tobillo.

Pese a todo, las porriñesas aguantaron perfectamente el tipo durante la primera parte e, incluso, gracias a la aportación de sus jóvenes jugadoras como Nuria y Gema Martínez y el esfuerzo y la capacidad de sacrificio de toda la plantilla para paliar las ausencias, consiguió mantenerse en el partido hasta el minuto diez de la segunda mitad (18-23).

A partir de ahí, el Guardés consiguió establecer su renta en torno a los cinco goles para acabar llevándose la victoria en el derbi pese a los continuos pero infructuosos intentos del BM Porriño por reengancharse al partido.

La campaña, a falta de la última jornada, concluirá de forma más que satisfactoria para las dos escuadras gallegas. El Mecalia Guardés va a ser tercero, después de haber competido al límite de sus fuerzas con el Rocasa y el Bera Bera por el título liguero. El Porriño, por su parte, se ha confirmado como representante solvente de la zona media y ha conquistado la permanencia con gran holgura.

Las guardesas clausurarán la temporada el próximo día 30 a partir de las 19.00 horas, en casa, ante el Castelldefels; las porriñesas, ese mismo día y a esa misma hora, rendirán visita al Clínicas Rincón Málaga.