El Celta juvenil dormirá esta noche más cerca de los dos primeros clasificados, después de la victoria conseguida ayer tarde en el campo de San Martín ante un Veriña que no demostró su condición de colista de la competición, vendiendo muy cara su derrota.

El partido tuvo un invitado inesperado en forma de viento, que condicionó en cierta medida el desarrollo del encuentro. Como no podía ser de otra manera, el Veriña cerro filas, jugando muy juntos tratando de cerrar huecos por lo que pudieran hacer daño los vigueses.

Ante ese planteamiento, el Celta llevó el peso del encuentro, aunque sin demasiada claridad ante la portería rival. De los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, lo más destacable del equipo entrenado por David de Dios fue un potente disparo que se estrelló en el palo.

A los pocos minutos de reanudarse el partido tras el paso por el vestuario, el técnico introdujo el primer cambio dando entrada a Adrián Iglesias. Pocos minutos más tarde llegó el tanto de la victoria para los célticos, al poner Jorge un balón desde la banda y Brais cruzar el balón con un potente disparo ante el que nada pudo hacer el guardameta del conjunto asturiano.

El tanto dejó noqueado al Veriña, que fue incapaz de hacer un trabajo ofensivo al que había renunciado en los sesenta y cinco minutos anteriores. David de Dios continuó con lo cambios que le dieron al equipo más seguridad tras el esfuerzo realizado.