El Celta apabulla en un final de temporada que le ha colocado en la octava posición, con 46 puntos, tras ganar ayer en Pamplona (0-2). Ha llegado en estado de gracia a la fase decisiva del campeonato el conjunto gallego debido al buen juego y a los goles de Nolito. El gaditano logró ayer su tercer doblete consecutivo para que los célticos sumasen la octava victoria a domicilio de la temporada: récord histórico para el club. El atacante contabiliza catorce goles, de los que once han sido en la segunda vuelta del campeonato. Estas cifras son dignas de grandes artilleros. De la efectividad del gaditano se aprovechó de nuevo el Celta, que ayer empequeñeció a un rival que necesitaba los tres puntos para escapar de los puestos de descenso. Pero el Celta no tuvo compasión y noqueó al conjunto navarro en la primera parte, cuando funcionó la conexión entre Orellana y Nolito y la zaga celeste tapó todos los huecos a Oriol Riera.

En el estado de gracia en el que vive el conjunto de Luis Enrique ni siquiera le afectan ausencias como las de Mallo y Rafinha, lesionados, o Charles, por problemas familiares. Además, el técnico le dio una oportunidad en la Liga al portero Sergio Álvarez -sólo había disputado un partido de Copa- y recuperó a Oubiña, que fue suplente en las cinco anteriores citas de Liga.

Pero da igual quién juegue en el equipo celeste a estas alturas del campeonato. El estilo que buscaba su técnico ha calado en toda la plantilla y los que ayer jugaron realizaron un partido brillante, sobre todo en las formas. Porque el Celta salió a por la victoria desde el primer minuto, a pesar de que el empate del Getafe en el Camp Nou le aseguraba matemáticamente la permanencia. Con el fracaso estrepitoso de Martino, aumentan las opciones de que Luis Enrique regrese a Can Barça, aunque él insista en que son solamente especulaciones. Pocos se lo creen.

La victoria que ayer obtuvo el Celta en El Sadar aumenta el crédito del técnico asturiano para dirigir a un grande. Su equipo realiza un fútbol vistoso y preciosista, como gusta en los escenarios de postín. Todo se hace con elegancia, desde que el balón sale de los pies de su portero, en este caso Sergio, hasta que uno de sus delanteros, Nolito, finaliza la jugada con un gol de vaselina tras una asistencia excelente de Orellana. Para ello, había funcionado también la presión al rival en la salida del balón, que Oubiña sirvió al chileno.

Así llegó el primer tanto del Celta, en el minuto 20, que se adelantaba en el marcador después de mostrar un gran caudal ofensivo, que comenzó con un disparo de Bermejo y tuvo otro momento brillante con otra vaselina de Krohn-Dehli que logró atrapar Andrés Fernández.

A Osasuna, en cambio, el balón le quemaba en los pies y solo inquietaba a Sergio en jugadas de estrategia o centros laterales. Le falta a los de Javi Gracia el fútbol que les sobra a los célticos. Eso se traduce en once puntos de diferencia en la clasificación cuando faltan dos jornadas para finalizar la temporada.

Los rojillos tardaron 19 minutos en poner a prueba a Sergio, que en el minuto 23 se vio superado en un lanzamiento de córner, pero Jony evitó bajo palos el gol olímpico de Roberto Torres.

Sin esos golpes de fortuna, el conjunto navarro siguió insistiendo en colgar balones al área de Sergio, que pasada la media hora de partido realizó una doble parada increíble, digna del mejor Casillas. Despejó como pudo el excelente remate de cabeza de Oriol Riera y se revolvió para anular el remate a bocajarro de Armenteros junto a su palo izquierdo. Dos intervenciones de mucho mérito en apenas un segundo para el Gato de Catoira.

Mientras los rojillos se lamentaban de las ocasiones desperdiciadas, el Celta se aplicaba en el juego directo. El balón le llegó a Fabián Orellana, en la posición de extremo derecho. El chileno desbordó a Damiá y sacó un centro medido hacia el segundo palo. Allí esperaba el goleador de Sanlúcar de Barrameda para cruzar el balón con el interior del pie, con el cuerpo hacia atrás, para evitar que saliese alto. Nada pudo hacer Andrés Fernández por evitar el segundo tanto de Nolito, que repetía por tercera vez consecutiva un doblete, tras los que anotó ante el Almería y el Valladolid.

Si al Mundial tuvieran que acudir los jugadores más brillantes del cierre de la temporada, Nolito y Orellana serían de los elegidos por los seleccionadores de España y de Chile. Ahora mismo, Diego Costa y Nolito son los delanteros más en forma que puede encontrar Del Bosque para su equipo.

De vuelta a El Sadar, Osasuna tuvo otra ocasión antes del descanso para reducir diferencias, pero el remate de Arribas salió desviado y el Celta acabó la primera parte en el área rival.

No hubo tregua para los de Luis Enrique tras pasar por los vestuarios. Salieron como al principio, con Bermejo desaprovechando una ocasión que el árbitro anuló por fuera de juego y Krohn-Dehli intentando marcar de bolea. Su remate, de una dificultad máxima, se fue un poco desviado.

En el área de Sergio, el excéltico Oriol Riera seguía una guerra particular con Fontás e Íñigo López -jugó por Cabral-, pero todos sus remates le salían demasiado centrados. Muy fácil para el guardameta del Celta, que ayer tuvo su premio a la constancia y la paciencia.

Tras otra intervención estelar de Sergio a Oriol, Luis Enrique movió el banquillo para dar frescura al ataque. Mina sustituyó a Bermejo, que se fue lamentando la falta de más velocidad para culminar con éxito un contraataque.

Madinda, uno de los destacados en las dos últimas victorias del Celta, entró por Augusto Fernández. El gabonés le dio más brío al centro del campo.

En el minuto 76, David Goldar debutaba en Primera División con 19 años. El defensa central también recibía la recompensa de Luis Enrique a su excelente pretemporada con el primer equipo, que ayer en Pamplona prolongó un estado de gracia que le sitúa octavo. Increíble.