El Celta va en serio. Se ha convertido en el reflejo de su entrenador. Los "faroles" son para otros. Para algunos ha dado una lección de profesionalidad en El Sadar. Para otros, no obstante, ha confirmado que se ha fijado la meta de acabar la temporada entre los diez primeros de la Liga. Ese objetivo es la octava plaza, posición en la que dormirá esperando el resultado del Valencia en su duelo ante el Real Madrid. Ese premio más sentimental que material se sustenta en el estado de forma de Orellana y Nolito. El asalto a El Sadar lo protagonizaron ellos. El doblete del gaditano, gracias a dos pases del chileno, firman el récord de triunfos a domicilio del cuadro celeste.

La tranquilidad dio un nuevo halo al equipo de Luis Enrique. Los vigueses incluso sellaron sus mejores primeros minutos de los últimos encuentros. Tres llegadas con peligro en los primeros segundos servían para demostrar que este Celta desembarcaba en tierras navarras con el objetivo de sumar tres nuevos puntos. Una conquista más allá de Andalucía. El preparador asturiano apostaba por un once renovado. Las bajas también motivaban a ello. Aurtenetxe, Oubiña y Mario Bermejo entraban en un once en el que Madinda dejaba su lugar a Augusto Fernández. No obstante, la sorpresa estaba en la portería. Sergio será el meta titular en detrimento de Yoel Rodríguez.

Todo salió a la perfección. Cambiaron las piezas, pero no el estilo. La idea es la misma de cada fin de semana. Nolito y Orellana siguieron haciendo de las suyas. Su sociedad recuerda a la formada por el chileno y Aspas. En El Sadar dejaron su huella en poco más de media hora. Dos asistencias del "14" céltico y sendos golazos del gaditano. Uno de "cuchara" y otro de volea a bote pronto. Preciosos. Tantos para la estética que confirman a Nolito como uno de los futbolistas más en forma de Primera División.

El Osasuna jugaba con el corazón. Faltaba cabeza. Oriol Riera se topaba con un Sergio Álvarez que, justo antes del segundo tanto del Celta, había firmado dos paradas sensaciones. Ambas consecutivas. Sin la actuación del meta de Catoira no se podría entender el enésimo triunfo a domicilio. El exariete del conjunto vigués tendrá pesadillas con él. El arousano ha demostrado que tiene sitio en la máxima categoría. Él también sabe hacer milagros. El Osasuna puede dar cuenta de ello.

El Celta no bajó los brazos. La zaga repelía el juego aéreo de su oponente. Los hombres de Luis Enrique no se complicaban. Pases largos a la medular o a un Mario Bermejo que se fajaba continuamente con los centrales rojillos. Los vigueses pudieron aumentar su ventaja, pero faltó claridad en los metros finales. El Osasuna también llegó. Tuvo ocasiones, pero la ansiedad se había apoderado de los jugadores de Javi Gracia.

El banquillo local tampoco ocasionaba problemas al Celta. Sergio seguía siendo la pesadilla para Oriol Riera mientras que la zaga visitante se mostraba infranqueable. Sobre todo a los centros que una y otra vez caían del cielo navarro. El partido fue caminando hacia su desenlace. Feliz para el cuadro celeste y dramático para Osasuna. El destino estaba escrito. Nadie podía escapar a él. Luis Enrique decidía darle la alternativa a David Goldar. El prometedor jugador vigués se estrenaba con el primer equipo. Curiosamente en El Sadar, un campo duro, complicado, en el que sólo los luchadores salen victoriosos. La garra está en su ADN. Posiblemente fuera el mejor bautizo para él.

Las dos sustituciones previas también fueron un guiño a la factoría de A Madroa. Madinda y Santi Mina acabaron por apuntalar una nueva victoria, la tercera de forma consecutiva. Con la salvación sellada, el Celta alimenta su nuevo horizonte, una octava plaza que sería una gran manera de premiar al estilo de un equipo que se ha convertido en una garantía de espectáculo.

Ficha técnica:

Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Flaño, Arribas, Damiá; Puñal, Silva; Roberto Torres (Álvaro Cejudo, 73´), De las Cuevas (Acuña, 46´), Armenteros (Lobato, 69´); y Oriol Riera.

Celta: Sergio; Jony, Íñigo López, Fontás (David Goldar, 76´), Aurtenetxe; Oubiña, Krohn-Dehli, Augusto Fernández (Madinda, 71´); Orellana, Nolito y Mario Bermejo (Santi Mina, 69´).

Goles: 0-1: Nolito (19´); 0-2: Nolito (32´).

Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño). Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Jony