El Real Madrid busca la final de la Liga de Campeones doce años después, en un duelo convertido en clásico del fútbol europeo ante un Bayern al que derrotó 1-0 en el Santiago Bernabéu, y sabiendo que encara una larga maldición en su camino a la Décima. "En Múnich arderán hasta los árboles". Las palabras de Karl Heinz Rummenigge, presidente del club germano, advierten de la encerrona que le espera al Real Madrid el Allianz Arena. La casa del vigente campeón. Nuevamente favorito.

Después de tres años consecutivos quedándose a las puertas de la gran final, al cuarto intento será el primero que afrontará el Real Madrid con ventaja en el marcador. El gol de Karim Benzema en la ida le permite plantear un partido que le ha ido bien a Carlo Ancelotti con un sistema modificado en función de sus jugadores.

Pasó del 4-3-3 al 4-4-2 por la ausencia de Cristiano Ronaldo. El regreso del portugués no provocará una vuelta a la esencia y será la primera vez que cohabite con Gareth Bale bajo el nuevo dibujo. Exige un perfil más defensivo del galés, que regresa listo para la batalla y en el costado izquierdo tendrá que rescatar la cara defensiva con la que dio el salto a la fama en el Tottenham. El Real Madrid defenderá con dos líneas juntas de cuatro y atacará con velocidad, con dos extremos y dos puntas, con el contraataque como principal arma.

Ancelotti no tiene dudas en su equipo titular. Ha dado descanso a ocho titulares el fin de semana para que físicamente estén preparados para un duelo de tan alta intensidad. Iker Casillas será el portero. De los laterales, Carvajal y Coentrao, depende buena parte del éxito defensivo en sus marcajes a Robben y Ribery. Pepe está listo para regresar superado su golpe en la cadera y será la pareja de Sergio Ramos. Con Xabi Alonso de ancla, escoltado por Luka Modric, Di María en el costado derecho, Bale en el izquierdo, Cristiano de segunda punta y Benzema como nueve. Ancelotti, que nunca ha perdido en Múnich y siempre eliminó al Bayern en tres eliminatorias europeas, quiere guiar al conjunto madridista a dar el gran salto.

Mientras, el Bayern llega al partido de vuelta tras haber recuperado sensaciones positivas con el segundo tiempo del último partido de la Bundesliga que se saldó con una goleada ante el Werder Bremen por 5-2.

El libreto que ha definido Pep Guardiola para el partido es procurar dominar el compromiso a través de la posesión de pelota pero con mayor agresividad y mayor profundidad que en la ida en Madrid.

Una de las mayores preocupaciones de Guardiola parece ser la búsqueda de una fórmula para contrarrestar la fuerza del Real Madrid en el contragolpe para lo que, según dijo, tiene que reflexionar una noche más y luego hablar con el equipo.

Las dudas son las habituales. La primera es si Philipp Lahm juega como lateral derecho o como mediocentro. Guardiola no quiso ayer dar pistas al respecto. "Philipp puede jugar en diez posiciones y siempre lo hace bien. De lo único que no puede jugar es de portero", dijo Guardiola.

Si Lahm juega de lateral derecho, entonces en doble pivote podría estar Bastian Schweinsteiger acompañado por Toni Kroos, si Guardiola opta por la opción más ofensiva, o por Javi Martínez, si da prioridad a la estabilidad defensiva.

Javi Martínez también es un candidato para relevar a Jerome Boateng o al brasileño Dante en el centro de la defensa.

Por las bandas, Arjen Robben y Franck Ribery son, salvo sorpresa, titulares seguros. Contra el Bremen, Ribery mostró claros síntomas de recuperación con respecto a los partidos anteriores en los que había tenido un bajón. Adelante, seguramente estará Mandzukic, pese al gran partido de Claudio Pizarro contra el Bremen, y por detrás suyo se juegan el puesto en la titular Thomas Müller y Mario Götze.

Un total de 21 enfrentamientos en la competición más prestigiosa del mundo a nivel de clubes, dan forma a un enfrentamiento convertido en clásico: Bayern contra Real Madrid. Catorce Copas de Europa sobre el césped y una larga maldición madridista, que en seis duelos ante el conjunto germano sólo superó uno y perdiendo en el Allianz. El desafío para la historia está servido.