Sigue por la pendiente un Coruxo que aguantó bien el tipo durante 70 minutos en el campo de todo un líder como el Tenerife, pero que acabó sucumbiendo con una goleada quizás excesiva en el tanteador final, pero que refleja a las claras el mal momento que atraviesan los vigueses. El día del cinco en negativo, pues es la quinta derrota consecutiva para la escuadra de O Vao y cinco fueron los goles que encajó el equipo. Las ausencias en defensa, como ayer era el caso de Abenza y de Alberto García, se acabaron pagando caras también.

Pronto se adelantaría el CD Tenerife. Si bien nada más comenzar el partido Loro pudo haber iniciado la ronda de goles, fue Raúl Llorente el encargado de abrir la lata a los ocho minutos de partido. Una buena jugada con inicio en el centro del campo finaliza con Ayoze Pérez dentro del área y dando un pase de gol impecable a Llorente que, al otro lado de la orilla, solo tuvo que empujar a gol.

La primera vez que el Coruxo metió miedo a los blanquiazules fue a los 17 minutos de partido con un disparo de Centrón que Sergio tuvo que intervenir con seguridad. El rechace llegó a Samuel que, aprovechando el buen tiempo, se tiró a la piscina sin manguitos y pidió penalti.

Los vigueses, tras el tanto, adelantaron sus filas y optaron por mandar los balones al área. Eso tiene sus riesgos. Por ejemplo que los blanquiazules se inventen uno de esos contraataques mágicos que terminan desquiciando al rival. Más aún con Ayoze en la media punta, al que quitarle la pelota se convierte en todo un problema para los visitantes. Llorente tuvo el segundo gol particular en sus botas aprovechando otra subida por las bandas de la armada blanquiazul, pero esta vez no tuvo tanta fortuna.

A quien sí les tocó la lotería a los 27 minutos fue al Coruxo. Aitor Pastoriza recibió un balón interior y le pegó con todo. El disparo cruzado, repleto de fuerza y velocidad, terminó cruzando y batiendo a Sergio. Suponía el empate para el equipo de Vigo. Le costó dominar al equipo de Cervera el centro del campo después del empate. Hasta el minuto 45, fueron más las idas y venidas sin sentido que un juego basado en la seguridad y control chicharrero.

El primero en calentar el cuero tras el descanso fue Chechu con un disparo sin convicción desde fuera del área a los dos minutos. Fernando (excanterano de la UD Las Palmas), detuvo sin esfuerzo alguno. En el minuto 51 cambió la historia. Ayoze Pérez recibe la pelota, aguanta el balón con la calidad que lo define como un futbolista de mucho futuro y cuenta hasta diez. Lo justo para que Aridane se colocara en la posición perfecta para recibir y batir por bajo a Fernando. El tanto del grancanario el día que cumple 26 años.

En la siguiente acción volvió a empatar el Coruxo. Una falta en la frontal del área, cometida por Tarantino, termina con el gol de Antúnez de falta directa. La causa del gol: la defensa blanquiazul abre un hueco enorme y la pelota circula sin licencia hasta que se cuela en la puerta del gallego. El meta local Sergio recibió un durísimo golpe de Centrón que le obligó a cambiarse la camiseta al sangrar su boca tras el choque. Recibió asistencia médica.

Emoción a raudales en los últimos minutos de partido. Intriga que tuvo su éxtasis blanquiazul durante los diez minutos posteriores. Y con un protagonista: Suso Santana.

A los 73 minutos coge las riendas de la presión, encara con todo a los rivales, se deshace de ellos por la derecha y centra al área pequeña. Yago Yao se hace un lío y la mete en su portería. Y tres minutos más tarde, la misma jugada, con el mismo protagonista, con la misma velocidad y con la misma entrega. Esta vez fue Aridane quien recibió el balón del gol e hizo su segundo tanto y a falta de unos segundos para terminar logró el cinco a dos y se llevó el balón para casa. Es el primer tres en uno que hace como profesional. El Coruxo sigue en crisis.