El Rápido de Bouzas cerró ayer una semana negra con una nueva derrota y, lo peor, con malas sensaciones ante la recta final del campeonato. Los aurinegros mantienen siete puntos de ventaja sobre los puestos de descenso, pero la dinámica del equipo preocupa seriamente. El Villalonga, por su parte, se mantiene en la lucha por eludir esa última posición de descenso, y los tres puntos de ayer le permiten mantener intactas sus aspiraciones.

El partido fue intenso. Los dos equipos buscaron desde un primer momento la victoria y nadie conseguía mantener la superioridad en el centro del campo. Sin embargo no hubo grandes ocasiones de gol, pero la primera fue para el cuadro vigués, a los pocos minutos de juego, cuando Óscar Pardavila disparó fuera.

El Rápido tenía muchos problemas para mover el balón en el centro del campo. La presión del Villalonga en la zona ancha no era agobiante, pero los vigueses no eran capaces de culminar los pases y la mayor parte de los balones eran interceptados por los rivales, impidiendo el juego ofensivo de los aurinegros.

Una buena ocasión de Diz fue el preludio del tanto vigués. Un centro desde la derecha del ataque del Rápido golpea en el brazo de Miguel y el colegiado, a instancias de su auxiliar, señala el punto de penalti, encargándose Chema de transformarlo y subir al marcador el primer gol de la tarde.

Los primeros minutos de la segunda parte no fueron muy diferentes a lo que se había visto en la primera. Sin embargo hubo una jugada que lo cambió todo. A los quince minutos, una falta al borde del área es sacada por Jorge Fernández, que tras rebotar en un defensor descoloca a Roberto y entra en la portería viguesa.

Fue un tanto que descompuso a los vigueses, que se volcaron sobre la portería contraria con más corazón que cabeza. Una vez más, los vigueses evidenciaron los problemas de gol que arrastra el equipo desde el comienzo de la temporada. Rubén y Carnero a balón parado, y Fidi, tuvieron la oportunidad para poner en ventaja de nuevo a los aurinegros.

El Villalonga se creció con el empate. El equipo de Xulián Ferreiro creyó más en la victoria y se fue a por ella, y seis minutos después llegó el segundo de Jorge tras un córner. El delantero remató sólo de cabeza dentro del área pequeña sin que nadie lo marcara.

El gol fue un mazazo para los vigueses, que se lanzaron a buscar el empate, pero descuidando las labores defensivas, y a siete minutos para la conclusión del encuentro, una nueva contra del Villalonga supuso el tercero de un Jorge Fernández que se había marchado al no contar con minutos de juego, y que ahora triunfa en el Villalonga.