El Bera Bera llevó la iniciativa durante todo el partido, y aunque esta derrota entraba en lo previsible por el Guardés, no por ello es menos dolorosa, sobre todo por lo abultada, si tenemos en cuenta que en el partido de A Sangriña el Guardés lograba contra todo pronóstico el empate, lo que daba esperanzas a un resultado mas ajustado.

La falta de puntería del Mecalia, frente al acierto goleador del Bera Bera fue la clave de la diferencia en el marcador. El Bera Bera tenía bien estudiado a su rival y anuló en todo momento a sus jugadoras que no encontraron la forma de hacer frente al vendaval vasco. Esta semana el cuerpo técnico tendrá que trabajar el lado psicológico porque las guardesas encadenan dos derrotas seguidas.