La victoria de Obenasa Navarra sobre Rivas Ecópolis había despertado en el seno del equipo vigués una gran preocupación por la dosis extra de moral que habría conseguido el cuadro navarro de cara al determinante partido del sábado en el pabellón de Navia a partir de las 18 horas. Sin embargo, después de completarse la vigésima jornada, ya existen dudas sobre si es más importante una victoria ante un Rivas que ha perdido siete partidos en lo que llevamos de temporada y que en estos momentos no está clasificado para la fase final del campeonato; o una derrota por la mínima en el pabellón Wurzburg ante el campeón de Europa y campeón de Liga, al que únicamente el todopoderoso Ros Casares ha conseguido derrotar en su feudo salmantino.

En los tres últimos encuentros disputados, el Celta ha mostrado un alto nivel competitivo, a pesar de que tan sólo han podido conseguir una victoria. En Burgos cayeron por un punto, mientras que el miércoles en Salamanca a once segundos para el final el equipo volvía a perder por un solo punto. Tres motivos más que suficientes como para llegar al partido del sábado con una fortaleza mental que debe ser clave para conseguir la victoria ante las navarras.

La directiva viguesa ya se ha puesto a trabajar para que el pabellón de Navia registre el sábado la mejor entrada de la temporada. El objetivo es tratar de congregar a dos mil aficionados que llenen el pabellón y que lleven al equipo en volandas en un partido crucial para luchar por la permanencia. Desde principios de semana, el club está repartiendo invitaciones en los colegios para que acudan a Navia. De hecho, ya han sido varios clubes de categorías inferiores, los que han cambiado los horarios de los partidos para llevar a los equipos al pabellón a presenciar el encuentro.

En lo estrictamente deportivo, el equipo vigués regresó el jueves de madrugada de Salamanca, pero sin tiempo que perder el técnico citó a la plantilla ayer a las 13 horas en As Travesas, aunque el entrenamiento duró solamente una hora. Esta tarde el equipo se desplaza a Navia, en donde realizará el último entrenamiento fuerte de la semana a partir de las 19 horas y por espacio de hora y media, ya que a estas alturas de la temporada todo está prácticamente trabajado. Mañana sábado, el equipo volverá a Navia a las 10.30 de la mañana, en donde realizará una suave sesión de una hora para mantener la tensión de cara al partido de la tarde. Un encuentro que será dirigido por los colegiados Alberto Perera y Raúl Blanco.

Viguesas y navarras llegan a este encuentro empatados a victorias, cinco cada uno, y el triunfodel cuadro vigués tendría un valor doble, ya que el Celta ganó el encuentro de ida y, por lo tanto tendría el basketaverage a su favor.