El Frigoríficos del Morrazo pudo dedicar ayer una victoria a la memoria de su exentrenador, Alejandro López, por quien se guardó un emotivo minuto de silencio en O Gatañal antes de empezar el duelo ante el Barcelona B. Los cangueses consiguieron tumbar al colíder de la categoría en un partido muy trabajado y con sufrimiento hasta el final. Una buena defensa y los aciertos en los momentos decisivos brindaron al Cangas su cuarta victoria de la temporada.

El partido comenzó con una gran igualdad y el marcador apenas se movía debido a la intensidad defensiva y a los numerosos errores de ambos conjuntos en ataque. Tanto el Cangas como el Barcelona B apostaron por una defensa 5-1 y fueron los locales los que consiguieron abrir la primera brecha en los últimos minutos del primer tiempo. De un 6-6 se pasó a un 11-6 en el minuto 28.30, en la que fue la máxima ventaja del partido.

Uno de los grandes responsables de ese hueco fue Suso Soliño, que parece haber recuperado su mejor nivel. El extremo cangués rozó la perfección y acabó el primer tiempo anotando 7 de los 11 goles de su equipo.

Al descanso se llegó con 11 y en el segundo tiempo el Barcelona B salió más enchufado. Intentó recortar diferencias y en los primeros minutos tuvo en Marc García a su mejor artillero, con tres tantos casi consecutivos. El encuentro entró en una fase de intercambio de goles. Cuando faltaba menos de un cuarto de hora para el final el Barcelona se puso a un punto (17-16) y tuvo varias ocasiones para empatar. Fueron los momentos más complicados para el cuadro de "Pillo".

A pesar de todo, en esta ocasión el equipo fue capaz de sobreponerse a esa pájara ofensiva y recuperó el pulso del encuentro sin que el Barcelona B llegase a empatar, a lo que contribuyó la buena actuación de Kevin García en la portería. Ahora quien tiraba del carro era Tihomir Doder. El balcánico acabó con seis tantos. Con un 20-18 en el marcador emergió la figura de Toni Ugalde, que marcó dos goles decisivos para cerrar el electrónico e impidió que un contragolpe claro acabase en gol birlándole la pelota en el último segundo al atacante.