Raúl Juliá, el técnico del Girona, definió con precisión las complicaciones que suelen acompañar en la segunda vuelta a los rezagados. En el segundo tramo, explicó, los equipos de la zona baja aprietan, la clasificación se comprime, crece la presión y entran las prisas.

En este difícil contexto está obligado a sobrevivir el Celta, al que, si no le pone pronto remedio, espera otro fin de temporada dramático. Los de Eusebio han aplazado su despegue clasificatorio durante 26 jornadas y nada indica que vayan a tener sosiego en las 16 que restan por disputarse. Con apenas 29 puntos en el zurrón, se necesitan 21 para alcanzar los 50 puntos, la cifra que marca el horizonte de la permanencia. Si se considera que el conjunto de Eusebio ha logrado apenas seis victorias en 26 partidos, la tarea se antoja hercúlea.

A partir de ahora, ya no sólo cuentan los puntos, sino nos goles. Nueve de los rivales que le esperan (más de la mitad) son de su misma condición y cuatro más pugnan por el ascenso. Sólo el Rayo Vallecano y el Nástic, en tierra de nadie, tienen pocos alicientes. De los de arriba restan la Real Sociedad, el Cartagena, el Villarreal y el Betis; el resto serán rivales directos. La lista la componen Recreativo de Huelva, Albacete, Real Unión, Castellón, Cádiz, Girona, Las Palmas Murcia y Huesca.

El Celta contará con la ventaja del factor cancha en nueve de los dieciséis partidos que restan. Recibe, por este orden, al Recreativo, el Cartagena, el Real Unión, el Betis, el Cádiz, el Girona, Las Palmas, el Murcia, el Nástic y el Huesca y rinde visita al Albacete, el Rayo Vallecano, el Castellón, el Villarreal B, el Elche, el Murcia y la Real Sociedad.

El hecho de jugar un partido más en Balaídos que ha domicilio no es necesariamente una ventaja, si se comprueba la trayectoria de los celestes en la Liga. El conjunto de Eusebio rivaliza con el Cádiz, el Real Unión y el Castellón como peor anfitrión del torneo. De hecho, hasta la fecha ha obtenido 14 puntos en Balaídos y 15 a domicilio.

El mes de marzo puede marcar tendencia. Los dos próximos partidos, ante el Recreativo y sobre todo el Albacete, se presentan decisivos y le conceden la oportunidad de poner algo de distancia con la zona de peligro antes de recibir al tercero, Cartagena y visitar Vallecas.

A diferencia del pasado curso, en el que Sevilla Atlético y Alicante estaban sentenciados, con meses de antelación, ninguno de los rivales que luchan por la permanencia esta temporada está desahuciado. Hasta el colista, Castellón, cuenta con opciones de presentar batalla hasta el final. Otros, como el Murcia, han recortado ocho puntos a los célticos en la segunda vuelta. Como contraprestación, son más este año los equipos implicados en la batalla por evitar el hoyo.