El argentino Héctor Vázquez fue el "coach" de Antonio Pastorino en la final del torneo vigués en 2002. Además, se enfrentó a aquel joven manacorí en la segunda ronda de dobles del campeonato, donde también cayó derrotado. Actualmente trabaja como profesor de tenis.

Vázquez asegura sobre Nadal que "físicamente ya se le veía un portento. Muscularmente estaba fuerte y nunca se daba por vencido".

Acerca de la final de aquel día, el argentino explica que "el partido fue agónico, del estilo del de ayer (por el domingo). Rafa sorprendió a todos porque era un crío. Pastorino era un hueso duro de roer, pero Nadal supo tener paciencia y no se vino a bajo en los momentos difíciles. A esa edad ya había jugado aquí Marat Safin, con gran fama, pero no pudo hacer lo mismo que el mallorquín".

En la segunda ronda del cuadro final de dobles Héctor Vázquez tuvo la fortuna de enfrentarse al zurdo de Manacor, que formaba pareja con otra joven promesa del momento, el también balear Tome Salvá.

"Tuvimos la suerte de enfrentarnos a esta pareja, que nos superó por completo. Recuerdo que perdimos por 6-1 y 6-2, y que la bola de Nadal ya imponía. Su sóla presencia en la cancha ya imponía por aquel entonces", comenta Vázquez.

Ninguno de los contendientes de Nadal en aquel momento llegó a alcanzar los primeros puestos del ránking. Antonio Pastorino continúa disputando torneos menores, pero no está entre los 400 primeros del ránking de la ATP. Aquella victoria de Nadal en Vigo fue su segundo título y le reportó 15 puntos, un botín que ampliaría poco después en Sopot. De ahí ya saltó a la fama y hacia los primeros lugares del mundo del tenis.