La presentación de la documentación en el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra coloca al Celta a las puertas de una administración concursal y, por ende, en un marco jurídico especialmente clarificador para sa-near las cuentas del club. Sin embargo, aún falta el considerado "vital" acuerdo con Caixanova para poner en marcha el plan de viabilidad. Carlos Mouriño, presidente del club, destacaba ayer, el mismo día en el que el Celta se adentraba en el procedimiento, que "nada ha cambiado. Todo sigue igual. Lo que sucede es que estamos agotando los plazos que marca la Ley. En su momento presentamos las cuentas con unos ajustes contables con un plazo de un año para corregirlos. Y como finaliza el plazo tenemos que presentarnos al concurso".

La última inyección económica recibida por el Celta en forma de pago de los derechos de televisión por parte de Mediapro le ha permitido afrontar el futuro más inmediato. Mouriño admite, en este contexto, que ha sido un soplo de aire fresco, porque, a estas alturas, el presidente céltico se muestra más reacio a seguir aportando su propio patrimonio en un contexto que no sea el de un acuerdo general como puede ser el del plan de viabilidad, proyecto en el que contempla una aportación individual de 15 millones de euros. "Si me dices que ponga dinero sin que haya un acuerdo, digo que no. El dinero se puede poner para este mes. ¿Pero que ocurrirá el mes siguiente? Si me dicen que hay un acuerdo, metería dinero. En cambio, si no hay un acuerdo general, me lo tendría que pensar mucho, porque es dinero a fondo perdido", indicó Carlos Mouriño.

El responsable de la gestión céltica en estos momentos, y máximo accionista del club, insiste en que el acuerdo necesario para la salvación del club "debe ser a tres bandas", con Caixanova y con el propio Concello, que ya se ha mostrado dispuesto a materializar por escrito una cesión del estadio de Balaídos por veinte años más. "No puede fallar ninguna de las patas", asegura Carlos Mouriño, que es consciente que la espera por este convenio con Caixanova no puede alargarse más allá de unos tres meses, tiempo en el que se estima que el juez vaya a tomar una decisión sobre la conveniencia de que la sociedad (el Celta) siga adelante o determine su disolución. El presidente céltico, no obstante, prefiere no hablar de plazos concretos y recuerda que "en otros casos" ese periodo de tiempo es mayor.

Tampoco contempla Mouriño Atanes más alternativas que un acuerdo con la caja de ahorros, porque confía ciegamente en que al final éste se llevará a cabo. "Nosotros creemos que va a haber acuerdo con Caixanova. Hemos ido a la Ley Concursal sin él porque había que hacerlo, pero creo que al final llegaremos a un acuerdo".

Admite que la nueva propuesta que se ha hecho a Caixanova "en esencia es igual, aunque estamos tratando de encajarla jurídicamente en sus planteamientos".

Un acuerdo inmediato con la caja variaría especialmente el planteamiento del futuro económico del Celta. "Varía mucho tener un acuerdo con el mayor acreedor. Los tiempos se acortarían enormemente", indica el principal responsable de la entidad deportiva.

Admite que en el seno del club "hay una cierta preocupación", pero también piensa que "el planteamiento económico que se ha realizado no va a fallar".

En el posicionamiento de ambas entidades nada ha cambiado, según se desprende de las palabras de Carlos Mouriño: "Está todo exactamente igual. Porque las negociaciones nunca se han roto. Ellos (por Caixanova) quieren ayudar al club..." También destaca Mouriño la "unidad" que le ha transmitido el encuentro que representantes del club tuvieron el pasado domingo con las peñas en la Convención.