"Toda persona que venga a Suiza debería verificar su estatus de vacunación y si no está totalmente protegida, tendría que vacunarse para no contraer la enfermedad", dijo a Efe la responsable del departamento de inmunización de la OMS, Alya Dabbagh.

El próximo 7 de junio comienza en Suiza y Austria la Eurocopa de Fútbol 2008, para cuyos partidos ya se han vendido más de un millón de entradas.

Suiza padece desde noviembre de 2006 una epidemia de sarampión que no remite dado que no cejan de aparecer casos de nuevos infectados.

Desde que surgió el brote en Suiza, se han detectado casos de sarampión en Austria, Alemania, Dinamarca, Francia y Estados Unidos.

Ante la inminencia de la llegada de cientos de miles de personas, la agencia de salud de la ONU alerta del peligro real que conlleva compartir espacios públicos si no se está vacunado.

"Es una de las enfermedades con más alto nivel de infección porque se transmite a través de las esporas salivales, por lo tanto sólo con que un infectado tosa o estornude la infección está en el aire", explicó Dabbagh.

"Además, el problema es que el virus puede circular por varias horas en el aire con lo que aunque no haya contacto directo con la persona infectada se puede contraer la enfermedad", agregó la doctora.

Por tanto, los espacios masificados como un estadio o el transporte colectivo son el medio idóneo para la transmisión.

"Normalmente los síntomas no aparecen hasta días después de haber contraído la enfermedad, por lo que la mayoría de personas que hayan estado en contacto y que no estén vacunados se infectarán".

Según los estudios realizados, una persona infectada transmite de media la enfermedad a unas 15 personas, "imagínese lo que puede pasar si esas quince se la transmiten a otras quince, etc", advierte la responsable de la OMS.

Desde hace varios meses, las autoridades suizas, la OMS, así como el Centro Europeo para la Prevención y el Control de la Enfermedad han alertado a las autoridades nacionales de los países contendientes para que hicieran campañas informativas para promover la vacunación, dado que en muchos estados no tienen un nivel de vacunación óptimo.

"La OMS recomienda un 95 por ciento de cobertura, pero hay muchos países que no la tienen, que sólo llegan a un 80 por ciento, y eso es uno de cada cinco ciudadanos", aseguró Dabbagh.

Alemania ha tenido en cuenta la recomendación de la OMS y todo el equipo técnico y deportivo se ha vacunado.

El problema principal es que no existe una regulación internacional que imponga la vacunación obligatoria, por lo que tampoco hay un organismo que lo controle.

Para la OMS, lo peor de todo es que la enfermedad es mortal.

En los países en desarrollo, donde las infraestructuras médicas son deficientes, la enfermedad puede derivar en ceguera, disfunciones cerebrales y neumonías, que si no matan, inhabilitan a las personas que la contraen.

En los países industrializados, de cada 2.000 infectados uno muere.